jueves, 21 de mayo de 2009

Obama y el miedo renovado

Por Daynet Rodríguez

Barack Obama y el sistema político norteamericano demuestran cada día que el Yes, we can es una utopía. Es posible cambiar la imagen pero no las esencias. Son muy fáciles las palabras, pero difíciles los hechos. Cuando se trata de Lucha contra el terrorismo, Seguridad nacional, Torturas y Guantánamo, las decisiones del presidente casi siempre han sido una copia de su predecesor en la Casa Blanca. En días recientes, por ejemplo, reinstauró los controvertidos tribunales militares. Y hoy, en un esperado discurso sobre la política para la seguridad de Estados Unidos ha dicho que “Al Qaeda planea activamente atacarnos otra vez”. El miedo renovado, a la usanza de Bush. Es justo decir que Obama ha encontrado más de un obstáculo en el camino para solucionar el espinoso tema del cierre de Guantánamo: el Senado le negó la solicitud de 80 millones de dólares con ese fin, a instancias de su propio partido; y sus aliados en Occidente no han querido aceptar detenidos. El asunto incluso ha creado cismas entre los demócratas, temerosos de que la posible introducción de prisioneros en cárceles estaduales les pase factura en próximas elecciones. Pero el rescate del viejo argumento del miedo a un ataque terrorista, que tanto se usó en los últimos ocho años con probada eficacia en la opinión pública norteamericana, me parece una salida escandalosa. Y nada fortuita: ya Robert Muller, el director del FBI había adelantado en un comunicado difundido ayer que "los presos de Guantánamo representarían un peligro para su país incluso si son trasladados a prisiones de alta seguridad". A eso se suma que precisamente hoy el New York Times divulga un informe del Departamento de Defensa que afirma que uno de cada siete presos liberados ha retomado sus actividades bélicas contra el país en el exterior. El Pentágono, que ha puesto en libertad a 534 prisioneros desde la apertura de la cárcel en 2002, calcula que 74 han vuelto a actividades terroristas, según el diario. ¿Qué es eso sino el apoyo ideal a las palabras del presidente sobre un posible nuevo atentado de Al Qaeda? Aunque haya reiterado su disposición de cerrar Guantánamo, en el intento por distraernos del embrollo y ganar tiempo, Obama ha escogido la peor salida, una tomadura de pelo que ya todos conocemos.

Más información: "Frustran" atentados en Nueva York

No hay comentarios:

Publicar un comentario