En el noroeste de Pakistán miles de civiles aprovecharon la suspensión provisional del estado de sitio declarado este viernes en la zona de conflicto interno entre el Ejército y los militantes talibanes para huir de los enfrentamientos.
La mayor parte de las personas proceden de la ciudad principal, Mingora, localidad donde permanecen retenidos miles de ciudadanos y ha comenzado a faltar el gas, la electricidad y los alimentos.
La vía que conduce a Mingora se encuentra colapsada por los vehículos llenos de personas que buscan salir de inmediato de esa zona.
El primer ministro de Pakistán, Yousuf Raza Gilani, se comprometió a retomar el mando del valle de Swat que meses atrás está bajo el dominio del Talibán.
Unas 900 mil personas se han visto obligadas a desplazarse en los últimos meses de la región por la situación bélica, según cifras de la Organización de Naciones Unidas, la mayoría de ellas se han establecido en campamentos instalados alrededor de la ciudad de Mardan.
El Gobierno pakistaní ha desplegado unos 15 mil soldados en el valle de Swat y en las adyacencias para enfrentar a los 5 mil rebeldes talibanes que se encuentran en esa zona.
Con el uso de artillería pesada contra el refugio del Talibán en Swat y en el distrito de Lower Dir se iniciaron los operativos militares que resultó con 124 militantes y 9 soldados fallecidos 24 horas antes del toque de queda.
Antonio Guterres, Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, señaló que "si no se pueden resolver los problemas que se presentan por la enorme cantidad de desplazados (...) esta población puede convertirse en un factor de desestabilización".
Varios analistas pakistaníes opinaron que el Talibán está perdiendo respaldo desde que se conoció la existencia de un video el pasado mes de marzo en que se deja ver a un grupo de militantes maltratando a una menor.
En los últimos días los combates en el valle de Swat han ido en aumento y esta semana el Ejército aperturó un nuevo frente con el envío aéreo de tropas a Peochar, 65 kilómetros al noroeste de Mingora.
Fuente Agencias
La mayor parte de las personas proceden de la ciudad principal, Mingora, localidad donde permanecen retenidos miles de ciudadanos y ha comenzado a faltar el gas, la electricidad y los alimentos.
La vía que conduce a Mingora se encuentra colapsada por los vehículos llenos de personas que buscan salir de inmediato de esa zona.
El primer ministro de Pakistán, Yousuf Raza Gilani, se comprometió a retomar el mando del valle de Swat que meses atrás está bajo el dominio del Talibán.
Unas 900 mil personas se han visto obligadas a desplazarse en los últimos meses de la región por la situación bélica, según cifras de la Organización de Naciones Unidas, la mayoría de ellas se han establecido en campamentos instalados alrededor de la ciudad de Mardan.
El Gobierno pakistaní ha desplegado unos 15 mil soldados en el valle de Swat y en las adyacencias para enfrentar a los 5 mil rebeldes talibanes que se encuentran en esa zona.
Con el uso de artillería pesada contra el refugio del Talibán en Swat y en el distrito de Lower Dir se iniciaron los operativos militares que resultó con 124 militantes y 9 soldados fallecidos 24 horas antes del toque de queda.
Antonio Guterres, Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, señaló que "si no se pueden resolver los problemas que se presentan por la enorme cantidad de desplazados (...) esta población puede convertirse en un factor de desestabilización".
Varios analistas pakistaníes opinaron que el Talibán está perdiendo respaldo desde que se conoció la existencia de un video el pasado mes de marzo en que se deja ver a un grupo de militantes maltratando a una menor.
En los últimos días los combates en el valle de Swat han ido en aumento y esta semana el Ejército aperturó un nuevo frente con el envío aéreo de tropas a Peochar, 65 kilómetros al noroeste de Mingora.
Fuente Agencias
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