jueves, 24 de septiembre de 2009

Cambio climático: el largo camino de la convergencia


Por Daynet Rodríguez Sotomayor


La noticia reciente de que Sydney, la mayor ciudad australiana, era cubierta por una nube de polvo rojo como consecuencia de la peor tormenta de arena en los últimos 70 años, parecía ser una señal imperativa del medio ambiente ante la falta de acción de los países por el cambio climático. O una infeliz coincidencia... porque al otro lado del planeta y el mismo día, en Nueva York, la comunidad internacional se reunía en Naciones Unidas en una Sesión de Alto Nivel sobre el Cambio Climático, en busca de salidas a la crisis medioambiental y como preparación para la Conferencia de Copenhage en diciembre próximo.
Pero, ante la ausencia de propuestas concretas, la mayoría de los diarios tuvieron que distraerse en contraponer los discursos de Obama y Hu Jintao, y reseñaron como lo más significativo el hecho de que EE.UU. reconociera su responsabilidad en la grave situación. La realidad es que no se avanzó mucho de cara al Acuerdo de Copenhage.
Alarmas crecientes
Sydney no es un hecho fortuito. En los últimos años los desastres humanitarios se repiten con regularidad y según los expertos, la mayoría guarda relación con el cambio climático.
Otras alarmas de la comunidad científica también se acrecientan y han convertido el tema en un insoslayable de la agenda mundial:
-Las emisiones de gases de efecto invernadero tendrán que llegar a su máximo antes de 2020, si queremos evitar efectos en el clima que podrían desestabilizar todos los aspectos de la sociedad.
-Para 2100, un 25 a 30% de las especies del mundo estarán en peligro de extinción. Los casquetes polares y los glaciares se están derritiendo a un ritmo más rápido que el previsto. El nivel del mar está aumentando. El grado de acidez de los océanos aumenta. La desertificación prolifera. La frecuencia de las tormentas mortales, las sequías, las inundaciones y los fenómenos meteorológicos extremos aumenta también.
-Para 2020, unos 75 a 250 millones de personas en África enfrentarán un aumento de la escasez de agua. Se proyecta una diminución en ese momento del 50% en la agricultura de secano, método predominante en África, lo que tendrá enormes consecuencias en lo que respecta al hambre, la desnutrición, las enfermedades y la inestabilidad política.
Es una sucesión de datos escalofriantes, compilados por las Naciones Unidas. Argumentos lo suficientemente sensibles para movilizar a los gobiernos. Si bien parece haberse logrado cierto concenso internacional de que toda estrategia futura de sobrevivencia y desarrollo debe incluir el cambio climático y cómo frenarlo, en las cumbres una y otra vez no se vislumbra una solución concreta. ¿Qué es lo que dilata el acuerdo sobre el cambio climático?
Puntos dicrepantes
El más reciente fracaso en este segmento, preparatorio de la Conferencia de Copenhague, Dinamarca, entre el 7 y el 18 de diciembre, se debió en gran medida a la reticencia de las naciones más desarrolladas.
Una de las principales insatisfacciones es que los países industrializados se niegan a reducir las emisiones de gases contaminantes para el año 2020 en un 45 por ciento, respecto de los niveles de 1990.
La mayoría toma como referentes fechas más cercanas como el 2000 o el 2005, por lo que la reducción no se vuelve significativa.
Para Cuba el punto neurálgico está claro: "el acuerdo de cambio climático debe reflejar la responsabilidad de los países desarrollados mediante compromisos reales de reducción de las emisiones de los gases contaminantes", dijo el canciller Bruno Rodríguez en Nueva York.
Mientras, el ex vicepresidente de Estados Unidos, Al Gore, pidió a todos los jefes de Estado que presenten propuestas concretas sobre cómo financiar la adaptación al cambio climático y la transferencia de tecnología para combatir el fenómeno.
¿Es posible la convergencia? Creo que después de arduas negociaciones se podrá firmar un acuerdo global en diciembre; pero frenar el cambio climático y salvar al planeta requiere cambiar modelos de consumo asentados durante años. Ahora se le pide a naciones habitualmente egoístas compartir recursos, aumentar la ayuda a los países más pobres, apostar por el ahorro y por un modelo de consumo que tome en cuenta variantes ecológicas. Eso podría tardar años.
Pero algunos, como el secretario general de la ONU, Ban Ki Mon son optimistas: “todavía hay un largo camino por recorrer, y hay muchas preguntas sin respuesta, pero esta noche siento que estamos más cerca de alcanzar un acuerdo que proteja a la gente y al planeta y que catalice un crecimiento verde sostenible”.

1 comentario:

  1. Este blog me gusta porque ofrece informaciones que suelen llegar de forma dispersa. La autora une los hilos de la información y les da sentido, coherencia. Siempre aprendo en este blog. La autora tiene la suficiente sensibilidad y los conocimientos para hacernos meditar o soñar, para inquietarnos lo necesario. Para sentir en una foto, la belleza del mundo que podemos destruir y para fustigar en un texto la hipocrecía de los políticos que eluden las soluciones. Gracias Day.

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