miércoles, 16 de septiembre de 2009

Carter: las críticas a Obama "son racistas"


Para el ex presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, muchos de quienes se manifiestan en el país contra las políticas de Barack Obama tienen algo más en mente: su animadversión hacia el color de piel del actual mandatario.
Dijo que las agrias protestas contra la reforma de salud propuesta por el presidente y las encendidas reuniones en los cabildos del país se deben en gran medida al hecho de que "Obama es un hombre negro".
Carter se refirió en una entrevista televisada a algunas marchas multitudinarias en las que se calificó a Obama de "tirano" y se le pedía que "devolviera el país a los estadounidenses".
"Ese tipo de cosas no son sólo un resultado casual de un debate sincero sobre si deberíamos tener o no un programa de salud nacional", dijo. "Hay algo más profundo".
Para el ex presidente demócrata y premio Nobel de la Paz, esos ataques "están basados en racismo".
Lamentó que muchos estadounidenses aún piensen que un afroamericano no es capaz de liderar el país, algo que consideró "abominable".
"Está mintiendo"
Como recordó Mark Mardell, editor de la BBC para EE.UU., las palabras de Carter llegan mientras en el Congreso se vive otra polémica, para muchos, también motivada por el racismo.
La Cámara de Representantes decidió este martes reprochar oficialmente a Joe Wilson, un legislador republicano que gritó a Obama mientras pronunciaba un discurso en el Capitolio.
"Está mintiendo", le espetó al presidente, que buscaba convencer al parlamento de la necesidad de aprobar su plan de Salud.
Estas palabras del legislador de Carolina del Sur "violaron el decoro" de la sesión, según la resolución de la cámara.
Carter también calificó este comportamiento como "racista", algo que Wilson desmintió categóricamente.
¿Excesivo o ejemplar?
Algunos compañeros de bancada del congresista creen que la reprimenda de la cámara fue excesiva. "Podríamos hacer esto todos los días de la semana", dijo el republicano John Boehner.
Pero para los demócratas, haber dejado sin castigo este gesto podría haber dado confianza a los supremacistas blancos.
Por su parte, muchos conservadores creen que son precisamente quienes apoyan a Obama los que están jugando la carta del racismo para ganar réditos políticos.
BBCMundo

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