Pablo Pardo, periodista de El Mundo, ha hecho su propia lista de lo que considera ha hecho mal Obama. De ahí escogí los ítems más interesantes. Se los dejo.
1.— Tim Geithner. El secretario del Tesoro, o no se entera, o no sabe qué hacer. O ambas cosas. Como consecuencia, el 'test de estrés' de los bancos parece una solución a la japonesa para salir de la crisis (es decir, para no salir de ella): dejar a los bancos zombies que sigan zombies. Pensábamos que Obama iba a hacer con los bancos algo así como con Lázaro: levántate y anda. Bien siguiendo lo que EEUU siempre predica que hagan los demás (dejar caer los bancos), bien nacionalizándolos. Pero nada de nada.
2.— El mulá Omar. O Jalaluddin Haqqani. O cualquier otro pastún con turbante, en Pakistán o en Afganistán. Es cierto que no los ha creado él (aunque sí miembros de su propio partido y de la oposición republicana, con la inestimable colaboración de esos peculiares aliados de EEUU que son Arabia Saudí y Pakistán). Pero, más de 100 días después de jurar el cargo, Obama no tiene todavía una estrategia clara con respecto a Afganistán. Y menos con Pakistán, un país que se está desintegrando. ¿Se imagina alguien qué pasaría si los fundamentalistas se hicieran con el control de las armas nucleares de Pakistán? Yo, sí: India intervendría. A partir de ahí, mejor no imaginar nada. Dicho sea de paso, Obama había prometido trasladar el esfuerzo de Irak a Afganistán. Hasta ahora sólo ha anunciado el envío de 17.000 solados más a ese país.
3.— La montaña de Yucca. Después de 22 años de bronca y de casi 8.000 millones de euros gastados (esto sí que son peleas y no lo del Plan Hidrológico Nacional), Obama ha cancelado el plan para utilizar la montaña de Yucca, en el desierto de Nevada, cerca de la frontera con California, como cementerio nuclear. La decisión se veía venir. Pero plantea otra cuestión: ¿qué va a hacer EEUU con su basura atómica? Una opción: Meterla en un 'banco malo', porque parece menos radiactiva que los activos de la banca del país. El problema es que Geithner, con una bomba atómica en las manos, tiene mucho peligro.
4.— La FDA. La Administración Federal para los Medicamentos, que supervisa la seguridad de los fármacos y de los alimentos de EEUU, está en un estado catastrófico. En un raro arranque de mala leche, Obama la calificó incluso de "riesgo para la salud pública". Pero, por ahora, la FDA sigue como con Bush: por los suelos. La pandemia de la gripe porcina amenaza con colapsarla definitivamente.
5.— Los 50 Estados de la Unión. Obama quiere transformar el modelo energético de EEUU. Entre otras cosas, quiere desarrollar la energía eólica. El problema es que eso requiere una infraestructura gigantesca. Y que puede abrir las puertas a una guerra entre la Administración federal y los Estados por las competencias de cada uno en el plan.
(elmundo.es)
1.— Tim Geithner. El secretario del Tesoro, o no se entera, o no sabe qué hacer. O ambas cosas. Como consecuencia, el 'test de estrés' de los bancos parece una solución a la japonesa para salir de la crisis (es decir, para no salir de ella): dejar a los bancos zombies que sigan zombies. Pensábamos que Obama iba a hacer con los bancos algo así como con Lázaro: levántate y anda. Bien siguiendo lo que EEUU siempre predica que hagan los demás (dejar caer los bancos), bien nacionalizándolos. Pero nada de nada.
2.— El mulá Omar. O Jalaluddin Haqqani. O cualquier otro pastún con turbante, en Pakistán o en Afganistán. Es cierto que no los ha creado él (aunque sí miembros de su propio partido y de la oposición republicana, con la inestimable colaboración de esos peculiares aliados de EEUU que son Arabia Saudí y Pakistán). Pero, más de 100 días después de jurar el cargo, Obama no tiene todavía una estrategia clara con respecto a Afganistán. Y menos con Pakistán, un país que se está desintegrando. ¿Se imagina alguien qué pasaría si los fundamentalistas se hicieran con el control de las armas nucleares de Pakistán? Yo, sí: India intervendría. A partir de ahí, mejor no imaginar nada. Dicho sea de paso, Obama había prometido trasladar el esfuerzo de Irak a Afganistán. Hasta ahora sólo ha anunciado el envío de 17.000 solados más a ese país.
3.— La montaña de Yucca. Después de 22 años de bronca y de casi 8.000 millones de euros gastados (esto sí que son peleas y no lo del Plan Hidrológico Nacional), Obama ha cancelado el plan para utilizar la montaña de Yucca, en el desierto de Nevada, cerca de la frontera con California, como cementerio nuclear. La decisión se veía venir. Pero plantea otra cuestión: ¿qué va a hacer EEUU con su basura atómica? Una opción: Meterla en un 'banco malo', porque parece menos radiactiva que los activos de la banca del país. El problema es que Geithner, con una bomba atómica en las manos, tiene mucho peligro.
4.— La FDA. La Administración Federal para los Medicamentos, que supervisa la seguridad de los fármacos y de los alimentos de EEUU, está en un estado catastrófico. En un raro arranque de mala leche, Obama la calificó incluso de "riesgo para la salud pública". Pero, por ahora, la FDA sigue como con Bush: por los suelos. La pandemia de la gripe porcina amenaza con colapsarla definitivamente.
5.— Los 50 Estados de la Unión. Obama quiere transformar el modelo energético de EEUU. Entre otras cosas, quiere desarrollar la energía eólica. El problema es que eso requiere una infraestructura gigantesca. Y que puede abrir las puertas a una guerra entre la Administración federal y los Estados por las competencias de cada uno en el plan.
(elmundo.es)
No hay comentarios:
Publicar un comentario