Por Daynet Rodríguez Sotomayor
Ya no basta con que un comando norteamericano ataque de improviso, violando la soberanía de otro país, la guarida de Osama Ben Laden. Y que lo ultime a balazos, a pesar de que según los propios atacantes, no opuso resistencia. Y que luego el presidente Obama nos quiera convencer, con un discurso lleno de ambigüedades, que, por fin, se hizo JUSTICIA. NO contentos con habernos tomado el pelo, ahora tenemos que aguantar que el mismísimo secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, diga que ve justo el asesinato de Bin Laden.
Sin sonrojos, hoy Ban dijo desde Ginebra sentirse "aliviado de que se haya hecho justicia con este inspirador del terrorismo".
Como si fuera el jefe del Comando Central del Ejército de EEUU y no el máximo representante de la comunidad internacional, justificó la maniobra con una frase de estratega militar: "tienen que entender que toda la operación se realizó en condiciones muy difíciles y complicadas".
Aclaro, no defiendo el terrorismo, ni a los terroristas. No podría, cuando nací y vivo en un país que ha sufrido por más de 50 años el terrorismo de estado, precisamente de EEUU, que ha dejado más de 5 mil víctimas entre muertos y heridos. Si Bin Laden fue el autor intelectual del 11/S, merecía ser enjuiciado. Y el mundo conocer cómo fueron los hechos. Pero un asesinato nunca es legítimo. Lo que Ban Ki Moon llama Justicia, fue, ni más ni menos, una ejecución extrajudicial. Y eso todo el mundo lo sabe. Hasta los que se hacen los bobos. Y él debería ser el primero en reprobarlo.
Thierry Meyssan: Reflexiones sobre el anuncio oficial de la muerte de Osama Ben Laden
No hay comentarios:
Publicar un comentario