Una nota de prensa aseguraba este miércoles que la presidencia de Honduras rehabilitará un programa para que la ciudadanía sugiera, se queje, denuncie violaciones de los DDHH, o cualquier otra problemática de la sociedad, directamente al mandatario Porfirio Lobo. La iniciativa, bajo el nombre de Dígale al presidente, consiste en poner números de teléfonos a disposición de la gente. Y yo me permito sugerirle a los amigos hondureños (aunque de sobre sé que ellos están mucho mejor enterados) algunas cosillas que no deberían dejar de decirle:
Por ejemplo:
-Desde el golpe de Estado, el 53 por ciento de la población menor de 35 años no tiene empleo.
-Quienes lo conservan están en condiciones de extrema fragilidad.
-Honduras registra un retraso de 100 años en educación respecto a las naciones vecinas de Costa Rica y Panamá y es el segundo lugar en analfabetismo de Latinoamérica, según la UNESCO.
-En Honduras, país donde antes del golpe de Estado morían dos periodistas al año y ahora son diez, los profesionales de la información, especialmente aquellos críticos con el golpe cívico militar de la derecha, parece que se mueren por capricho, aburrimiento o magia.
-Persisten abusos y violaciones de DDHH por agentes policiales. Es el país con el mayor número de asesinatos per cápita del planeta, 73 por cada cien mil habitantes. Que un País sin Violencia sigue siendo una utopía.
- Y unos 700 mil hondureños corren riesgo de contraer dengue hemorrágico
Son solo algunas sugerencias. Amigo hondureño, dígaselas al presidente...
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