Por Daynet Rodríguez Sotomayor
Los periódicos españoles -El País, por ejemplo-, que constantemente han insistido en ilusorias revueltas populares en Cuba, y que siguieron paso a paso la Primavera árabe, ahora tienen la noticia en casa.
Y es que sus ciudadanos, cansados de pagar las consecuencias de la crisis, del terrible número de 4 millones de desempleados, y del rescate que acecha, llevan días en las calles, con protestas en varias ciudades.
"Si no nos dejan soñar, no os dejaremos dormir", "No somos mercancía en manos de banqueros y políticos" y "Menos botellón y más Revolución", gritan miles, sobre todo jóvenes, en las manifestaciones.
La más significativa: la toma de la Puerta del Sol, de donde han sido desalojados en más de una ocasión por las fuerzas policiales. Pero insisten, acampados, para denunciar la falsa democracia. Una "democracia", más preocupada por el curso de la campaña electoral que por el bienestar de sus ciudadanos, que les veta hasta el derecho a la indignación. Curioso, en una nación que sale al paso siempre de las supuestas violaciones de los DDHH en todo el mundo, y que en Europa se ha convertido en uno de los fuertes aliados de Estados Unidos para cargar contra sus enemigos, especialmente de nuestro hemisferio. Cuba, Venezuela, Ecuador son los blancos tradicionales de los diarios y la clase política española... que ahora tiene el "enemigo" y la revolución en casa.
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