Una joven chilena herida por bala en un ojo este jueves durante la jornada de protesta nacional convocada por la Confederación de Estudiantes de Chile (CONFECH) permanece secuestrada por la policía.
La estudiante ha sido identificada como Paulina Rubilar, y cursa el 5° año de la carrera de sociología de la Universidad de Concepción.
Según testigos presenciales, un policía de las fuerzas especiales disparó su arma directamente al rostro de la joven, a menos de 40 metros de distancia.
Decenas de miles de estudiantes universitarios chilenos protagonizaron el jueves un paro nacional en demanda de un acceso más igualitario al sistema educacional. En Santiago, la movilización convocada por la federación de estudiantes universitarios, reunió a unas 20.000 personas según la televisión estatal.
En concepción, se desconoce si los carabineros tenian autorización de ingreso a la Universidad al momento de producirse los hechos en que arreciaba un violento accionar policial, los gases lacrimógenos afectaban a los transeúntes hasta el propio centro de la capital regional.
Los detenidos superan los 50, tan solo en la primera comisaría de Concepción y los heridos graves que llegaron al hospital regional ascienden a 7. Entre los heridos se encuentran dos estudiantes de la Universidad de Concepción, con fracturas de tibia uno y clavícula el otro. El primero de estos luego de caer desde el Foro de la Universidad, asfixiado por los gases lacrimógenos.
El hecho más grave sin duda es el de Paulina Rubilar, quien permanece secuestrada por personal de Fuerzas Especiales mientras se encuentra ingresada en hospital con daño ocular, y fractura facial.
Los carabineros impiden las visitas a la estudiante lesionada, a compañeros de universidad y hasta de autoridades universitarias.
La joven permaneció por horas sin que nadie entregara información sobre su estado de salud, a pesar que los medios de comunicación difundían imágenes y noticias a lo largo de todo Chile.
En la Universidad de Concepción ya existen antecedentes de hechos similares. A mediados de los 90, un estudiante de Pedagogía Básica recibió un impacto de lleno en la cabeza de una bomba lacrimógena, un camarógrafo de TVU recibió un impacto de lleno el cual registro con su propia cámara.
Pero, sin duda el hecho más recordado es el del estudiante de Medicina y actual Medico del Hospital Regional de Concepción Jaime Pino, a quien a mediados de los 80 se le debió colocar una placa de titanio en la frente para reemplazar el hueso destruido por una bomba lacrimógena, de aquellas diseñadas para destruir tabiques.
Contrainjerencia
Si ese horror si pasa en Iran, Cuba o Venezuela... seria escandalo mundial.. etc etc....
ResponderEliminarlos hipocritas protestando etc etc etc