Entre rumores, desmentidos y reuniones de emergencia, Grecia vuelve a primera línea de fuego porque la UE se niega a admitir la realidad. Grecia no podrá devolver el dinero que ha recibido para salir del hundimiento financiero ni podrá hacer frente a la devolución de su deuda. No hay más salida que una suspensión de pagos y una quita de parte de esa deuda. Como cuando una empresa entra en bancarrota, Grecia necesita negociar con sus acreedores y éstos deben admitir que una parte de la deuda debe evaporarse. Es lo que ocurre cuando prestas dinero a alguien que no lo puede devolver.
Y en el caso de un Estado, no cabe la liquidación de los activos y el cierre de su actividad. Ya les gustaría a algunos.
Al igual que en el caso de Irlanda, la UE no puede permitirlo. Su prioridad es proteger a los bancos alemanes, franceses y norteamericanos. Ante la tesitura de salvar a los bancos o salvar a un país, no ha habido ninguna duda desde el inicio de esta crisis.
El economista irlandés Morgan Kelly, que ya alertó sobre el terrible error que se estaba cometiendo, vuelve a incidir en lo mismo.
The finances of the Irish Government are like a bucket with a large hole in the form of the banking system. While any half-serious rescue would have focused on plugging this hole, the agreed bailout ostentatiously ignored the banks, except for reiterating the ECB-Honohan view that their losses would be borne by Irish taxpayers. (...) Instead, the sole purpose of the Irish bailout was to frighten the Spanish into line with a vivid demonstration that EU rescues are not for the faint-hearted. And the ECB plan, so far anyway, has worked. Given a choice between being strung up like Ireland – an object of international ridicule, paying exorbitant rates on bailout funds, its government ministers answerable to a Hungarian university lecturer – or mending their ways, the Spanish have understandably chosen the latter.A este nivel, todas las soluciones son un desastre y no hay ninguna salida que no suponga increíbles sacrificios. Kelly propone que Irlanda devuelva de inmediato el dinero prestado por la UE, se desentienda de sus bancos y proceda a equilibrar de inmediato su presupuesto. ¿Puede hacer lo segundo? En la práctica, ya lo ha hecho. Es el dinero de la UE el que sostiene con vida a esos bancos zombis. Kelly viene a decir que ya son un problema de la responsabilidad de la UE. ¿No querían salvarlos como fuera? Pues quédense con ellos.
Iñigo Sáenz de Ugarte/Guerra eterna
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