jueves, 23 de abril de 2009

Juan Marsé: memoria y crítica


El novelista español Juan Marsé recibió hoy el Premio Cervantes de Literatura, que cada 23 de abril se entrega como parte de las celebraciones por el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor.
Marsé, a quien muy bien podrían definirlo "la memoria y la crítica", hizo honor a ese blasón al llamar insistentemente en su discurso de agradecimiento a preservar la memoria, "que fue durante años sojuzgada, esquilmada y manipulada".
Un escritor no es nada sin imaginación, pero tampoco sin memoria, sea esta personal o colectiva, apuntó.
El momento de la crítica sobrevino cuando arremetió contra la televisión y su negativa influencia. "Hay cosas que merecen no ser vistas ni oídas en televisión, sea en la lengua que sea".
Marsé también defendió su identidad de catalán que escribe en castellano, porque "los pensamientos y las ideas deberían merecer más atención y consideración que la lengua en que se expresan".
Nacido el 8 de enero de 1933, Marsé (Juan Faneca Rocavio) es autor de reconocidos textos como Últimas tardes con Teresa, Si te dicen que caí y La oscura historia de la prima Montse. Su obra ha sido en más de una ocasión versionada al cine.

Fragmento de su obra

La isla del libro y el día del tesoro:
"Veo sentada ante mí, en casa, a la joven estudiante de robustas rodillas y nervioso bolígrafo que me visita para anotar en su cuaderno gravísimos datos sobre mis novelas con destino a su tesina; la veo parpadear, confusa, ante mis delgadas respuestas (que no encajan en su vasto y complicado plan de estudios: le digo, por ejemplo, que el Pijoaparte jamás se propuso desenmascarar a la burguesía catalana, sino simplemente enamorar a Teresa), la veo cotejar notas, alterar esquemas, rectificar planteamientos, desorientada, y yo, algo entristecido, me pregunto quién la ha desorientado, cuándo y cómo ha perdido esa muchacha el placer de leer. Afirma que la novela le gustó, pero se nota que no lo pasó bien leyéndola, y lo que es peor, ya no considera importante el pasárselo bien leyendo novelas. Entonces, ¿quién o quiénes le quitaron a esa chica el deseo de disfrutar con un libro, dejándole sólo la obligación de aprender? ¿Aprender qué, además? ¿Sociología, semiótica y semiología, estructuralismo, sentido y forma, relaciones metalingüísticas, perspectiva exógena y estructura interna?"
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