Por Daynet Rodríguez Sotomayor
Como si no bastara la efectividad con que se mantiene el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, ahora el consejo de la ciudad de Hialeah, en el condado de Miami-Dade, ha acordado solicitar al Congreso la prohibición de las actuaciones de artistas y músicos procedentes de la Isla, según un despacho de DPA.
Los siete miembros del Consejo, incluido el presidente Carlos Hernández, decidieron pedir al Congreso que "ponga freno a la ola de presentaciones de grupos musicales en Estados Unidos, debido a que el gobierno de Raúl Castro continúa violando los derechos humanos y las libertades civiles".
Pero la razón esencial la aportó el alcalde Julio Robaina al diario El Nuevo Herald: "No queremos que nuestra gente siga siendo instigada con ese tipo de presentaciones", dijo Robaina.
¿Qué es lo que pretenden ocultar? ¿No quieren que sus conciudadanos comprueben que "el son no se fue de Cuba", y que nuestros artistas tienen una calidad y una valía que muchas veces supera la mediocridad en la tv miamense? ¿y que además de todo, y sin renunciar al diálogo, no se dejan envolver por el circo anticubano y se reconocen hijos de esta tierra?
La decisión de la ciudad floridana coincidió con la suspensión de un concierto de música cubana en la localidad de Homestead, organizado por Hugo Cancio, presidente de la compañía Fuego Entertainment, al que asistirían populares agrupaciones y artistas de la isla y también otros radicados en el exterior.
La directiva del Homestead Miami Internacional Speedway argumentó que decidía suspender el concierto porque "la empresa promotora no especificó de cuáles artistas se trataba".
Pero en realidad el axilio había montado en cólera porque el concierto se realizaría en Abril, en fechas muy dolorosas para estos personajes, porque recuerdan la inolvidable derrota en Playa Girón.
"Dicen que hiere a todo el exilio cubano, pero si fuera así nadie asistiría a los conciertos", refutó Cancio.
Entre los asistentes al concierto el 9 de abril estarían Los Van Van, David Calzado y la Charanga Habanera, Adalberto Álvarez y su Son, Elio Revé y su Charangón, NG La Banda, Vocal Sampling, Moneda Dura, el dúo Buena Fe, así como la conductora de televisión Edith Massola.
Y es esa la "ola" que temen los más recalcitrantes del exilio cubano en Miami. Mientras la mayoría de la comunidad cubanoamericana, jóvenes nacidos allá o emigrados en los 90, aboga actualmente por un fluido intercambio, por el libre disfrute de sus artistas, porque los dejen bailar con el tren vanvanero y con la Charanga, un ínfimo sector de dicha comunidad aún se aferra a la política que en 50 años no ha dado sus frutos... ni los dará. Un pequeño grupo, que aún tiene el poder, pero que cada vez se va quedando más solo.
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