viernes, 25 de febrero de 2011

Cómo manipular senadores, por William Caldwell

Una unidad especial del US Army, dirigida por el teniente general William Caldwell, eligió como blancos operativos al senador John McCain, al jefe de las fuerzas armadas estadounidenses, almirante Mike Mullen, y a la mayoría de los legisladores integrantes de los comités de asuntos militares del Senado y de la Cámara de Representantes, decisivos en la aprobación de los presupuestos para la guerra.
También fueron objetivos operativos el ministro del Interior de Alemania, y el embajador de la República Checa en Kabul, de acuerdo a una investigación de Michael Hastings para la revista Rolling Stone.
Hastings fue quien realizó el perfil que provocó la renuncia del general Stanley McChrystal, por entonces comandante de las fuerzas estadounidenses en Afganistán, a causa de sus críticas a la gestión de Barack Obama.
En esta ocasión, Hastings aportó documentos acerca de la actividad de los soldados destinados a "operaciones de información" en el cuartel Camp Eggers, en Kabul, Afganistán.
El planteo es preocupante: un teniente general del Ejército de USA puso en marcha, por orden del Pentágono, una serie de "operativos psicológicos" sobre senadores de su propio país que visitaron Afganistán, para manipular su sensibilidad sobre la situación e inducirlos a aprobar más dinero para los esfuerzos bélicos.
Según el artículo, cuyo contenido fue desmentido por la oficina del teniente general William Cadwell, a los soldados del equipo de Operaciones Informativas se les encargó investigar los "puntos sensibles" de los senadores que visitaban Afganistán.
Los soldados especializados en manipulación psicológica evaluaron a los más influyentes senadores estadounidenses, incluyendo a 2 muy influyentes en asuntos militares: el ex candidato presidencial John McCain, republicano por Arizona; y Joe Lieberman, independiente por Connecticut.
Según Rolling Stone, el operativo ordenado por Caldwell duró 4 meses, durante 2010, y estuvo en manos del equipo de operativos psicológicos con sede en la base Camp Eggers, en Kabul.
"El incidente ofrece un indicio de lo desesperados que están los comandantes estadounidenses en Afganistán, como para manipular a los líderes civiles norteamericanos para que apoyen una guerra cada vez más impopular", escribió el periodista de Rolling Stone.
Aplicar la manipulación psicológica contra compatriotas es ilegal, y cuando algunos de los soldados de la unidad de Operaciones Informativas se negaron a llevar a cabo esas órdenes, fueron silenciados y acosados por sus superiores, aseguró el semanario estadounidense.
"Mi trabajo es jugar con la mente de las personas, lograr que el enemigo se comporte de la manera que nosotros queremos", dijo el jefe de la unidad, el teniente coronel Michael Holmes, citado por la Rolling Stone.
"Yo tengo prohibido hacer eso contra mi propia gente, y cuando se me pide que utilice mis capacidades sobre senadores y diputados, entonces están traspasando una línea", añadió el militar.
Los intentos de manipular los funcionarios visitantes no son nuevos entre las fuerzas armadas de USA. Algunos biógrafos de Lyndon B. Johnson, el presidente demócrata marcado por la guerra de Vietnam, aseguran que el mandatario decidió visitar por 2da. vez el país del sudeste asiático en diciembre de 1967 después de darse cuenta que, en su 1er. viaje, en octubre de 1966, los comandantes en el frente de batalla le habían pintado un panorama demasiado satisfactorio de la situación.
El sucesor de McChrystal, general David Petraeus, ha ordenado una investigación para comprobar la veracidad de este artículo. El Pentágono no ha querido aún hacer comentarios.
Fuente Urgente24.com

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