jueves, 9 de julio de 2009

El gobierno de Micheletti tiene las horas contadas


Por Sheyla Valladares Quevedo

El día comienza cargado de malos augurios para Micheletti y sus golpistas. Con cada minuto que pasa se les van agotando las artimañas para mantener el gobierno anticonstitucional que han impuesto en Honduras. El mundo entero los repudia y los hondureños no tienen intención de dejar las calles hasta que sea restituida la constitucionalidad, la paz, la libertad con el regreso del legítimo presidente Manuel Zelaya.
Como una maniobra desesperada, que provocaría risa si no estuviéramos en un momento decisivo de la lucha por el regreso de Zelaya al poder, quisieron obstaculizar la salida hacia Costa Rica de los ministros del gobierno constitucional. Pero fueron denunciados oportunamente y no les quedó otro remedio que abandonar este intento.
Hoy deben iniciarse las conversaciones pero todavía los golpistas no llegan a San José de Costa Rica aduciendo problemas de seguridad. Lo cierto es que llevan todas las de perder en la mediación. En primer lugar ni siquiera son bienvenidos por el pueblo anfitrión, cuyos ciudadanos han declarado que no quieren dictadores en su tierra y que si en última instancia se presentan deben saber que allí no son bien acogidos.
El gobierno de facto impuesto por las fuerzas a los hondureños llega a la mesa de conversaciones sumido en la vergüenza de haber pisoteado los derechos más elementales de los seres humanos. Vejaciones a la soberanía popular, a la libertad de expresión, a la democracia, a la vida forman parte de la lista de violaciones que se han encargado de engrosar a lo largo de estos 12 días de golpe de estado.
Aunque Oscar Arias, declaró que el objetivo de su mediación es acercar las posiciones antagónicas para que se llegue a un acuerdo satisfactorio para ambas partes; también dijo que los países de América Latina y el mundo entero no han reconocido el gobierno de facto porque consideran que el presidente Zelaya sigue siendo el presidente constitucional.
Sobre la llegada de Zelaya a su país también expresó: “iré a esperar al presidente de los hondureños, al presidente “Mel” Zelaya al aeropuerto y luego nos dispondremos a trabajar en el tema entre ambas partes”.
Habrá que esperar para ver quién recibe a los golpistas –si deciden finalmente presentarse- y si no les lanzan tomates podridos como una pequeña muestra de lo que se merecen.
A pesar de todo el repudio que han suscitado a nivel internacional los usurpadores continúan desbarrando, dicen que no permitirán la vuelta de Zelaya y que tiene que ser puesto a disposición de los tribunales de justicia. Está visto que no aprenden, ni siquiera INTERPOL hizo caso de la orden de captura que contra Zelaya habían cursado.
Todas estas acciones que han intentado poner en marcha contra el legítimo presidente tendrán en algún momento que revertirse contra ellos. Y esos tribunales de justicia que tanto aclaman para Zelaya serán el escenario donde ellos tendrán que responder en un futuro no muy lejano.
Los golpistas lo saben, como también saben que en la mesa de conversaciones no tienen como fundamentar lo que han hecho, por eso todavía no han tenido el valor de presentarse en San José de Costa Rica para mirar de frente al presidente Zelaya.

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