jueves, 28 de abril de 2011

Cuba en labios de Fina García Marruz

Hace muchísimo tiempo la cubana Fina García Marruz es una de las voces más auténticas de la literatura de Hispanoamérica. Y es, quizás, la poeta viva más importante de la región. Una condición ratificada hoy con la noticia de que es el Premio Reina Sofía de Poesía Hispanoamericana 2011. El lauro, que se le anuncia el mismo día de su cumpleaños, reconoce una obra que me gusta pensar como un leve rumor, y al mismo tiempo una poderosa fuerza interior, un "silencio vivo", como diría Eliseo Diego. Para quienes aún no la conozcan, recomiendo no dejar de buscarla. Mientras, regalo este poema suyo a la Isla. Pocas letras lisonjan y ensalman tanto mi tierra como estos versos. Cuba en labios de Fina, una criatura en la que "el arte y el ser,  se funden y confunden". Una criatura de una cubanía silenciosa, una cubanía-otra, pero esencial.
Ay Cuba, Cuba, esa musiquita ahora, de las entrañas, que conozco como un secreto que fuera mío y no tuyo, tú que eres porque no te has conocido nunca, óyeme, no te vayas detrás de esos extraños como una provinciana ilusionada por un actor de paso que la deslumbra con trajes gastados de teatro, acuérdate de la portada azul con lomerío atrás lejano, acuérdate del "mecido" como de cuna sobre la hoja, y el "va y ven" que entra y sale como un mar del olor del jazmín de noche, acuérdate de tu pulcro vestidito "de tarde": no te vayas detrás de esos extraños, que cuando abras los ojos ya te habrán secado el alma y demudado el rostro que yo amaba. Erguida, modesta, valiente ay!, no serás nunca madre nuestra sino hija, Cuba, Cuba, loca mía, desvarío suave? Ay!, pudiera yo protegerte cantándote tus propios sones de conocimiento "color de arcano", pudiera protegerte con tu propia rapidez tu honda lentitud! Pudiera decirte: no subas a esa alta montaña que tiene al pie todos los bienes de la tierra rebrillando aciagos, tú que nada supiste poseer, secreta y sola como alta palma, flor de desierto. Pudiera proteger los sones que me acunaron y que ahora oigo como si faltara ya poco tiempo para que fueras a morir. Escapa, escapa, pelota, pez, colibrí, escapa, a todas las posesiones, a todas las certezas, a todas las negaciones, a todas las dudas, escapa, cefirillo, de la nube negra al hondo azul. Azul es tu prestancia y lo azul tu secreto. Escapa, como mirada de preso, al aire y al espacio tuyos! 0 salta, enloquece, búrlate, "mi bien", son suave, piérdete, acomete, abeja, miel, sinsonte, jilguerillo, a la sabana moteada, carmín, al "verdeclaro". Que no te toquen, cuerpo glorioso, patria. Porque siempre fuiste "edén" de las primeras miradas que te vieron, "edén" de la trova humilde, principio y fin, paraíso: nada sino esto agarraste, nada sino esto entendiste, lejanía, nada sino que no era esto sino otra cosa que no podías entender bien. Ensoñación modesta, no te toquen. Yo sé que te vas y vuelves, vaivén! Que te meces y me meces, cadencia! Que te vas "lejos, pero no muy lejos", aquí en el allí. Yo sé que tus palmas no rindieron homenaje al Hijo sino a su Huida! Por eso te pido ahora: reconoce! Regresa, Ave, con la Salutación!

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