Desde Estados Unidos nos siguen llegando noticias que confirman la doble moral del gobierno de ese país. Si el viernes, el mismo día en que se declaraba inocente a Luis Posada Carriles, el mayor terrorista de este hemisferio, Washington publicaba su habitual informe sobre el terrorismo en el mundo, y culpaba a Cuba de no avanzar en el tema; ahora se divulga que más de 450 mil personas están en las listas de los servicios de inteligencia estadounidense, por sospechas de que podrían ser una amenaza para la seguridad nacional del país. Y ninguno es Posada.
Según un despacho de PL, en su paranoia antiterrorista, la Casa Blanca afirma que el peligro persiste casi al cumplirse 10 años de los ataques del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas, en Nueva York.
Más de 350 sospechosos de tener presuntos vínculos con al-Qaida y otros grupos afines, abordaran vuelos comerciales hacia su territorio desde finales del 2009, cuando se desarticuló un atentado contra un avión civil en Detroit, precisó PL.
Pero el gobierno de EEUU, empeñado en buscar el terrorismo en patio ajeno, cuando lo ampara en su propio territorio, hace caso omiso del peligro que representan personajes como Posada Carriles, Orlando Bosh, y otros de la mafia miamense.
Es más, le da total impunidad, porque de nada valió el amplio historial terrorista de Posada Carriles y las numerosas pruebas aportadas por Cuba, para que se impidiera su liberación, un hecho que todo el mundo coincide en calificar como una farsa, "torpe y vergonzosa".
"El gobierno de EE.UU. estuvo usando todos los trucos para evitar que sea juzgado como terrorista", afirmó el presidente de la Asamblea Nacional, Ricardo Alarcón.
En una entrevista concedida a Cubadebate, Alarcón añadió: "querían presentar a un viejito como un mentiroso pero el gobierno de Estados Unidos es tan mentiroso como él porque Posadaes un asesino buscado desde hace varias décadas”.
"Para todos aquellos que han seguido la tenebrosa trayectoria del terrorista y sus vínculos con sucesivos gobiernos norteamericanos, el FBI y la CIA, en su guerra sucia contra Cuba, se trata de una demostración adicional del apoyo y amparo que históricamente le han brindado las autoridades norteamericanas", denunció la cancillería de la Isla, al tiempo que emplazó al gobierno de EEUU a asumir sus obligaciones en la lucha contra el terrorismo, sin hipocresías ni dobles raseros. Una obligación que al parecer no están dispuestos a honrar.
DOSSIER: HISTORIAL TERRORISTA DE LUIS POSADA CARRILES
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