Por Daynet Rodríguez Sotomayor
El expresidente norteamericano James Carter culminó este miércoles una visita privada a la isla, en lo que puede calificarse como otro hito en la conflictiva historia entre Cuba y EEUU. Aquí se reunió con su "viejo amigo" Fidel y con Raúl, con miembros de la Iglesia y la Comunidad Judía, y hasta con la variopinta disidencia mercenaria y proyanqui. La apretada agenda incluyó un paseo por La Habana Vieja, donde testimonió que "era un maravilloso lugar para personas de cierta edad, como la nuestra". Pero fueron las declaraciones de la conferencia de prensa y la entrevista concedida a la periodista Arleen Rodríguez Derivet, transmitidas íntegramente en la Mesa Redonda, las que me reafirmaron la imagen de que es el ex mandatario que más ha hecho por mejorar las relaciones bilaterales.
Carter habló de los principales temas que hoy preocupan a la mayoría de los cubanos: dijo que el embargo, para nosotros el bloqueo, debe ser eliminado; pidió la exclusión de la isla de la lista de naciones que patrocinan el terrorismo; criticó el carácter confuso del juicio a los Cinco y abogó por su liberación. En otro momento de la conferencia de prensa, validó nuestra democracia cuando le respondió al reportero de BBC, quien sacó uno de los tópicos comunes contra Cuba: la libertad de expresión, que el proceso de renovación económica ha contado con la participación y las propuestas de más de 8 millones de ciudadanos. Y le dijo más: según constató, fueron los propios disidentes quienes se negaron el autoejercicio de la libertad de expresión porque no estaban de acuerdo con el sistema; es decir, nadie sino ellos se habían marginado de un proyecto esencialmente democrático e incluyente. Sin apartarse de sus convicciones políticas, pero desde el respeto y la disposición a escuchar y a conocer nuestra realidad, el exmandatario y Premio Nobel de la Paz dio una lección a la dirigencia de su país: no es difícil sentarse a la mesa de diálogo, siempre que sea en igualdad de condiciones y con absoluto respeto a la independencia y la soberanía, como tantas veces ha propuesto el presidente cubano Raúl Castro. Y una vez más, a pesar de los años de hostilidad de EEUU, de todo el dolor causado por el bloqueo y el terrorismo de estado, nuestro país respondió al gesto. "La visita fue buena y Carter es un hombre honesto, fue de todos los presidentes con relación a Cuba el que tuvo una actuación mejor", declaró Raúl a la prensa, al despedirlo. "Su administración fue la única que dio algunos pasos para atenuar el criminal bloqueo impuesto a nuestro pueblo. (...) La Revolución apreció siempre su gesto valiente. En el año 2002 lo recibió calurosamente. Ahora le reiteró su respeto y aprecio", valoró Fidel en sus más recientes Reflexiones. ¿Habrán tomado nota Obama y compañía?
No hay comentarios:
Publicar un comentario