Nueva York, 12 de marzo. Decenas de miles de maestros, empleados estatales, granjeros con sus tractores, estudiantes, líderes políticos, dirigentes sociales y artistas inundaron este sábado la capital del estado estadunidense de Wisconsin, en repudio a la promulgación de una ley que anula los derechos sindicales de los trabajadores del sector público y para afirmar que su lucha apenas empieza a pesar de haber sufrido una derrota legislativa.
"Es así como se ve la democracia", coreaban miles –algunos cálculos estiman más de 100 mil– al rodear el Capitolio en Madison (con una población total de 250 mil habitantes), donde durante casi un mes han mantenido sitiado el Legislativo. Lo que empezó como un repudio a iniciativas republicanas para limitar severamente, casi anular, los derechos sindicales de unos 175 mil trabajadores estatales se ha convertido en una rebelión contra la ofensiva conservadora sobre los trabajadores en Estados Unidos.
En lo que perciben como el epicentro de una batalla nacional por derechos democráticos fundamentales, maestros, trabajadores de la salud y de agencias estatales de Wisconsin junto con sus aliados, acompañados por granjeros, organizaciones de inmigrantes y legisladores, y otros políticos estatales demócratas, afirmaron que esta lucha sigue a pesar de que el gobernador Scott Walker promulgó su ley antisindical. Algunos medios (incluyendo Ap) afirman que es la manifestación más grande realizada en casi un mes de marchas y protestas, y tal vez la más grande en la historia reciente del estado.
Versiones de la misma pugna se expresan en por lo menos nueve estados –Indiana, Ohio y Iowa, entre otros–, donde está en marcha una ofensiva política que busca romper el poder político y social de los sindicatos en el sector público utilizando como justificación la necesidad de reparar los problemas fiscales que sufren casi todas las entidades federativas como resultado de la crisis financiera nacional que estalló en 2007. Así, la lucha que se inició en Wisconsin tiene implicaciones nacionales tanto para los políticos como para el futuro del sindicalismo en este país.
"Estoy aquí porque creo que es importante que no sólo el gobernador sino otra gente entienda que no es un asunto sindical. Esto se trata de los derechos del pueblo", dijo al periódico Chicago Tribune Bridget Stafford, maestra agremiada que participó en la protesta de hoy.
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