Daynet Rodríguez Sotomayor
El fútbol, y cada Mundial lo confirma, mueve todos los resortes: deportivos, pasionales, mercantiles, religiosos, y todos parecen fundirse en función del espectáculo, del negocio. No es nada nuevo, el propio Joseph Blatter, presidente de la FIFA, lo ha reconocido: "El fútbol no es sólo un juego, es un negocio multimillonario"... Hoy por ejemplo, leo que un grupo de chamanes peruanos acaba de predecir quien ganará la Copa. Esto de predecir, ya se ha vuelto hábito y morbo: en el 2010 se hizo famoso el pulpo Paul, y ahora dicen que su relevo lo ha tomado una tortuga. Pues bien, los chamanes auguran que Brasil será el campeón en una final frente a Argentina, y que Chile y España llegarán a la semifinal. De paso, los religiosos hicieron rituales para desear salud y buen desempeño a los jugadores más promocionados: Messi, Neymar, Cristiano Ronaldo... De otro lado, las casas de apuestas, menos seguidas por las noticias, menos fotografiadas, pero mucho más "especuladoras": alimentadas con estas y otras predicciones, ya están haciendo su "junio".
No hay comentarios:
Publicar un comentario