jueves, 5 de junio de 2014

¿Nueva era en las (bloqueadas) relaciones Estados Unidos-Cuba?

Reproduzco un excelente artículo publicado hoy en El especial de Cubasí:

Jorge Ángel Hernández


El diferendo entre Cuba y Estados Unidos se ha tensado por más de dos centurias, con raíces históricas en el siempre vigente propósito imperialista y su táctica, más o menos reacondicionada, de la fruta madura. 
En las últimas décadas, la madurez de la fruta se ha estado buscando con un millonario proyecto subversivo que apenas ha conseguido unos pocos escándalos mediáticos y una tiara de efímeras publicaciones. El espionaje camuflado en acciones de facilitación informativa ha dado pie a proyectos como el de Zunzuneo, que intenta ocultar la oreja peluda de la subversión, y la interferencia en asuntos internos de otra nación, justamente Cuba, la que tan largamente ha resistido al bloqueo, con el manido pretexto de proteger los Derechos Humanos de una población con saltos en la atención a su salud, a su educación y su cultura sin precedentes en toda su historia anterior.

La conferencia Nueva era en las relaciones Estados Unidos-Cuba es una de esas gestiones que pretende llegar a un nuevo punto en las por largo tiempo ineficientes medidas injerencistas, aunque cualquier analista objetivo sabrá hasta qué punto el becario lobby anticastrista es capaz de expandirse. Sus métodos, basados no solo en esos proyectos de subversión pública a través de mercenarios de la opinión y el periodismo, sino también en concretas acciones terroristas, fueron claramente revelados por los cinco cubanos, tres de los cuales permanecen en prisión. Por ellos sesiona este foro dentro de la III jornada de denuncia y solidaridad Cinco días por los Cinco en Washington DC, hasta el próximo 11 de junio.

Más allá de la significativa presencia del actor Danny Glover, o de la reverenda Joan Brown Campbell, exsecretaria general del Consejo de Iglesias de Cristo, y de Thomas Gumbleton, exobispo católico de Detroit, entre otras personalidades que participan en el foro, es importante convertir la esencia del debate en un tópico de presión contra el bloqueo. Bloqueo y guerra mediática se encuentran indisolublemente unidos. Téngase en cuenta que Donahue, el Presidente de la Cámara de Comercio que recién visitara Cuba, fue mediáticamente presionado por los mismos lobbies que incentivaron el patrón de juicio de condena de los Cinco.

Muchos coinciden, pues, en que la presión necesaria para una justa solución del caso de los Cinco, pasa por la nulidad del bloqueo, que es, a fin de cuentas, un clamor casi unánime de la Asamblea General de Naciones Unidas. Y este punto es, en efecto, esencial para entrar en esa nueva era de las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos, aunque en ella, como es de suponer, los lobistas de la fruta madura continuarán camuflando su injerencia y consiguiendo el apoyo de los sectarios y filoterroristas becarios de la USAID.

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