viernes, 20 de noviembre de 2009

Provocar


Por Daynet Rodríguez Sotomayor

Mientras busco entre noticias un tema que me provoque, leo que la Fundación del Español Urgente (Fundéu BBVA) ha hecho público hoy un consejo: no abusar, precisamente, del verbo provocar en detrimento de otros como causar, ocasionar, producir...
Y me quedo pensando en el arduo trabajo de los puristas, siempre tan preocupados por el uso correcto del idioma, por el rescate de las palabras. También, es justo decirlo, muchas veces con la abierta intención de evitar que la norma popular, esa que se habla en cualquier barriada humilde de Hispanoamérica como una de las genuinas expresiones de la cultura, lo contamine.
Pero no quiero perderme en las ramas, en mis ideas sobre la Academia. Lo que me causa verdadero desazón es el consejo: ¿Cómo no abusar del verbo, cuando tantas cosas hoy nos provocan-causan-ocasionan? ¿Han pensado que ni siquiera todas juntas nos alcanzan para describir la huella de algunas tragedias contemporáneas?
Sin ir muy lejos, hoy se cumplen 20 años de la Convención de los Derechos del Niño, y aunque 193 países la han ratificado desde entonces -solo EE.UU. y Somalia no la han firmado-, provoca pesar la situación de la infancia en buena parte del mundo y lo poco que se ha hecho al respecto.
A la niñez le debemos, todavía, ese sueño de que "gozará de una protección especial y dispondrá de oportunidades y servicios, dispensado todo ello por la ley y por otros medios, para que pueda desarrollarse física, mental, moral, espiritual y socialmente de forma saludable y normal, así como en condiciones de libertad y dignidad”.
Una edición especial del Informe sobre el Estado Mundial de la Infancia, publicado por la UNICEF para conmemorar la fecha, lo reconoce: "los derechos de la Convención aún distan mucho de convertirse en realidad en numerosos rincones del planeta".
Y tiene datos muy provocativos para ejemplificarlo: casi 24.000 menores de cinco años siguen muriendo todos los días, 150 millones de 5 a 14 años son víctimas del trabajo infantil, solo la mitad de los adolescentes del mundo en desarrollo asisten a la escuela secundaria, y a más de 50 millones de niños y niñas no se les inscribe al nacer, condenándolos a permanecer invisibles.
“Muchos de los niños del mundo no verán el interior del aula de una escuela, y millones carecen de protección contra la violencia, el abuso, la explotación, la discriminación y el abandono”, resume la Directora Ejecutiva de UNICEF, Ann M. Veneman.
Provocar. Nunca estará de más usarla y abusarla. Porque mientras nos detenemos en las exquisiteces del lenguaje, demasiadas cosas nos provocan a diario... y no precisamente para apasionarnos.

*Todas las fotos (espectaculares además) son de la española Isabel Muñoz, quien a petición de la UNICEF y El País Semanal, preparó una galería de 20 imágenes para conmemorar los 20 años de la Convención de los Derechos del Niño.

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