miércoles, 7 de mayo de 2014

Bloguerías, un espacio para pensar la guerra cultural contra Cuba




Daynet Rodríguez Sotomayor

Con el panel debate sobre las redes sociales como escenario de la guerra cultural y la subversión contra Cuba, protagonizado por los intelectuales cubanos Raúl Antonio Capote y Enrique Ubieta, continuó el evento de las Bloguerías desde las Romerías de Mayo, en la ciudad de Holguín.

Capote, escritor, periodista y profesor universitario, abordó el escenario y los mecanismos de lo que llamó el "Capitalismo del siglo XXI", ese que intenta a toda costa subsistir frente a los ensayos progresistas de América Latina y la resistencia de Cuba en particular, e invitó a pensar las redes sin ingenuidad y como esa enorme telaraña de medios controlados por el complejo militar industrial en una estrecha fusión con unos pocos conglomerados mediáticos.

"Cuando hablamos de Cuba, y a qué nos estamos enfrentando, es precisamente a ese enorme poder del capitalismo del siglo XXI; cuando hablamos de la campaña mediática no es de un periodismo, ni siquiera de un gobierno, sino del poder transnacionalizado", explicó Capote.

Al mismo tiempo, expresó su convicción de que "si algún país en el mundo está en condiciones de hacer un periodismo diferente, ese es Cuba, lo que se trata no es de convertirnos en paparazzis, ni hacer el periodismo del escándalo, sino de ser responsables, consecuentes".

Mientras, Ubieta, filósofo y editor del blog La Isla desconocida, subrayó la guerra ideológica en las redes sociales desde una perspectiva cultural, una distinción que a su juicio la mayor parte de las veces transcurre de manera oculta.

A partir del ejemplo del debate sobre la entrevista ofrecida por Leonardo Padura al diario argentino La Nación, Ubieta insistió en la existencia de una crítica revolucionaria y una crítica contrarrevolucionaria, con apellidos, y enunció que para construirla es necesario conocer la historia y el contexto, tener un ideal de paraíso y una construcción de infierno, y que una crítica siempre es un intento de empujar la realidad hacia ese ideal.





Según el escritor, las redes se utilizan en Cuba para intentar construir consensos que buscan extrapolar algunas "trampas del lenguaje", como la dicotomía entre oficialismo y oposición, que en el capitalismo es vendida como imprescindible para que una sociedad funcione, y que al final es falsa, porque ambos términos son totalmente sistémicos y consustanciales a una democracia que existe solo para la reproducción de ese mismo sistema.

"Es una guerra, la cultural, permanente", abundó, y "existe una tendencia cada vez más creciente de que Cuba vuelva a ser un país normal y a mí me preocupa esa tendencia porque la normalidad hoy en el mundo es el capitalismo, las grandes injusticias sociales, la desnacionalización, y una de las grandes conquistas de la Revolución es la de ser un país anormal, que sueña, que busca utopías. Ser un país normal sería renunciar a lo que somos".

Ubieta también mencionó otro escenario de la guerra cultural: la memoria histórica, la apuesta por posicionar la década de los 50 como un período de fiesta, el mito de La Habana de esos años que, consideró, se une además a una moda internacional basada en el hecho de que en esa época el capitalismo norteamericano vivió su siglo de oro.

"Ante la obsesión por volver a rescatar los hilos rotos en el 59, tenemos que saber defender una tradición de país anormal", subrayó.

Ambos expresaron su "extraordinario entusiasmo porque exista una juventud en Cuba con deseos de participar, de ser protagonista de la Revolución, y eso es una gran derrota de los que quieren despolitizar a la juventud".

No hay comentarios:

Publicar un comentario