jueves, 4 de marzo de 2010
La solución de la crisis global es política ,afirma experto
La solución de la actual crisis global del capitalismo es hoy política, la cual tiene que dominar la economía, declaró el profesor italiano Luciano Vasapollo, tras participar en La Habana en un congreso internacional.
Desde hace más de 15 años venimos diciendo que más que en una globalización estamos frente a una competencia global, en medio de una debacle que no es coyuntural, sino estructural y sistémica, dijo el académico en entrevista exclusiva con Prensa Latina.
Desde que empezó la crisis muchos expertos privilegian en sus enfoques y análisis el aspecto financiero y económico, ignorando que se trata realmente de un fenómeno estructural y sistémico del capitalismo.
Esto se evidencia en que ahora la crisis es además, y por primera vez, alimentaria, energética, ecológica, ética, de valores, el estado social y del derecho, agregó.
Pienso que es peor que la de 1929, porque hay una globalización del mercado capitalista, lo cual quiere decir que el fenómeno se trasmite de forma inmediata a otras partes del mundo. La naturaleza de aquella era sólo financiera, pero la actual es estructural y sistémica, reitera.
A juicio del profesor italiano se equivocan quienes piensan que tiene solución mediante la aplicación de las fórmulas keynesianas, que tienden a confundir al decir que se puede salir de la debacle mediante mejoras en la distribución y el salario.
La solución es política, la cual tiene que dominar la economía. Sólo regresando a una programación y planificación económica centralizada y conjugada con la descentralización, con una fuerte intención de cambio se puede transformar esta situación, enfatizó.
Creo que la única solución es crear las condiciones hacia el socialismo. No estoy diciendo que mañana desaparezca el capitalismo, porque, por ejemplo, cuando se pasó del feudalismo a ese modo productivo transcurrió mucho tiempo.
Aunque actualmente hay condiciones económicas y objetivas de acumulación para el cambio, no existe la subjetividad organizada necesaria a fin de lograr esa sustitución.
Esto último es un elemento indispensable, esencial, pues de lo contrario el capitalismo podría prolongarse 20, 50 y 300 años más, debido a que puede adoptar diversas formas de adaptación.
Debemos mirar con una visión del socialismo por el siglo XXI, de un socialismo nuevo pero a partir de nuestra historia, la buena y la de los errores, ya que existe un patrimonio del cual partir.
Es necesario por tanto crear las condiciones, no sólo económicas, sino políticas, en primer lugar la subjetividad necesaria para transformar la crisis en una gran oportunidad.
América Latina representa hoy una experiencia nueva. Veo un triangulo revolucionario fuerte en Cuba, Bolivia y Venezuela, tres procesos diferentes, con características propias de planificación, sociales, culturales y económicas.
A mi juicio, constituyen procesos revolucionarios porque realizando formas de socialización, con redistribución no sólo de salario, sino sobre todo de la riqueza social, que pertenece a los trabajadores.
En la medida en que Venezuela y Bolivia emprenden la nacionalización e inician procesos de cambios radicales, con una nueva visión frente a la propiedad privada, significa que están marchando hacia el socialismo, afirmó.
Pienso también en la idea revolucionaria del socialismo democrático que se aplica en Ecuador, y en el polo progresista de Nicaragua y Brasil.
Aunque la administración del presidente Barack Obama preconiza una nueva era en las relaciones de Estados Unidos c on la región, la realidad difiere mucho de ello, sostuvo.
Esa supuesta intención es cuestionable si ese país apoya un golpe de Estado como el de Honduras, realiza con dudosos pretextos una invasión militar como la de Haití, instala bases en Colombia o utiliza la lucha contra el narcotráfico como medio militar contra los gobiernos.
También, cuando no libera a los cinco antiterroristas cubanos presos en Estados Unidos y permanece intacto el bloqueo económico de esa potencia con esta isla, cómo es posible hablar de una colaboración diferente con América Latina, inquirió.
No sólo esto, su posición agresiva contra los afganos, el respaldo a Israel frente a los palestinos, las acciones para aislar a Irán, y de emprenderla contra el Medio Oriente indican que la única política que práctica esa nación es la de la guerra.
Vasapollo consideró que no significó nigún verdadero cambio el tránsito del G-7 (las siete economías más ricas) al G-20 (estas más las emergentes).
Fue verdadero marketing, una fachada de que el capital puede ser menos agresivo, más democrático, pero es siempre el control contra la autodeterminación.
Por qué no se ponen inmediatamente en una nueva relación y deciden anular la deuda exterior de los países del llamado Tercer Mundo, o retiran toda la fuerza militar y conceden la autodeterminación económica, social, cultural y política, por qué tratar a Cuba, Bolivia y Venezuela como estados criminales, sólo porque decidieron salir de la lógica de las transnacionales, se preguntó.
Yo pienso que esta crisis global y sistémica pondrá fin a la conducta unipolar de Estados Unidos, que debería tener relaciones pacíficas con el resto del mundo.
Creo, además, que las Naciones Unidas deben desempeñar un nuevo papel y ser una organización en la cual todos tengan la misma representatividad, el mismo poder.
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