Una comisión del parlamento británico ha investigado el controvertido escándalo sobre el clima conocido como “Climagate” y no ha encontrado evidencia que sostenga las acusaciones contra un destacado centro de investigación británico.
Según las acusaciones, el centro habría tergiversado datos sobre el calentamiento global.
El año pasado, piratas informáticos ingresaron al sistema de la Unidad de Investigación Climática de la Universidad de East Anglia e hicieron públicos correos electrónicos enviados por los más altos científicos del centro.
Escépticos del calentamiento global afirman que los correos electrónicos robados proporcionan evidencia de los esfuerzos por silenciar a los académicos que han cuestionado o han restado importancia al origen antropogénico del calentamiento global.
Agencias
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