El proceso de reforma de la salud, que pretende ampliar la cobertura médica a millones de norteamericanos pobres, ha costado cerca de 1.000 millones de dólares en lobbies, según reveló el Center for Responsive Politics.
Y de acuerdo con un artículo del corresponsal de El Mundo en Washington, la cifra podría aumentar en los próximos y cruciales días: hasta 30 millones pretenden gastarse con tal de conseguir el voto de los legisladores para aprobar o frenar el plan en una inminente votación.
La reforma pretende extender la cobertura médica a unos 30 millones de personas -15 millones menos de los necesitados-, regular más a las aseguradoras, y reducir los costos de salud en Estados Unidos, pero tras meses de negociación los representantes no la han aprobado, a pesar de haberse introducido más de una reforma a la Reforma.
Ahora, "se trata de poner presión a los legisladores, de hacerles ver cuánto pueden llegar a perder si votan de la forma incorrecta. Y en esta pugna persuasiva, las armas que cuentan son las de los votos, y las contribuciones a la financiación de las campañas", escribió el corresponsal del Mundo.
Y esa presión se está concentrando en saturar los medios con más anuncios publicitarios, para los que se invierten miles de millones de dólares, una noticia difícil de asimilar, por ejemplo, para la comunidad latina en EEUU, una de las más golpeadas por la crisis y cuya tercera parte carece de seguro médico.
O para las numerosas familias estadounidenses que no solo necesitan la cobertura sanitaria sino garantizar su propia subsistencia, en medio de la incierta situación económica.
Mientras en las publicitarias y los pasillos de Washington el dinero corre a favor o en contra de intereses políticos, "más de la mitad de los pobladores estiman que 'el sueño norteamericano' es inalcanzable por el agobio del día a día, la pérdida de vivienda, falta de seguros de salud, alza de precios, desempleo que afecta a 30 millones de trabajadores, cierre de escuelas y recorte de presupuestos para atención pública", se precisó este lunes en la Mesa Redonda de la televisión cubana.
La demora en concretar la reforma es hoy una las mayores insatisfacciones de la sociedad norteamericana en cuanto a la gestión del gobierno Obama, cuyos niveles de aprobación han caido al 48 por ciento.
Y según el doctor Esteban Morales, del Centro de Estudios de América del Norte, aunque se apruebe la reforma, esta incertidumbre de tantos meses dejará un costo político para el actual presidente y su gobierno.
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