Por Daynet Rodríguez Sotomayor
No termina la predilección de EEUU por las listas negras... Además de los países que, en su criterio, promueven el terrorismo, violan los DDHH o son un peligro para su seguridad nacional, ahora acaban de confeccionar el eje del mal del software libre.
La industria cultural norteamericana, en la voz de la Alianza Internacional para la Propiedad Intelectual (IIPA), ha solicitado a su gobierno vigilar a seis países que estimulan los programas de código abierto en sus administraciones públicas, se conoció hoy.
La petición es el punto central de la llamada "Lista 301 de vigilancia especial", que 'supervisa' la aplicación de los derechos de autor en el mundo y apunta con el dedo a países que, en su criterio, no los respetan.
En el informe de IIPA aparecen señalados India, Brasil, Tailandia, Vietnam, Indonesia y Filipinas, por el momento; pero se trata de una advertencia para todo el que intente desafiar la hegemonía tecnológica y cultural de Estados Unidos.
En cada caso se piden acciones concretas, en un claro carácter injerencista y extraterritorial ante las decisiones de soberanía tecnológica de esos países.
En el caso de Brasil, que lleva años impulsando su industria informática, la IIPA solicita a su Gobierno que use su influencia para "evitar las leyes sobre el uso obligatorio de software de código abierto por parte de las agencias gubernamentales y las empresas públicas".
Para la India, "la industria pide actuar antes de que ocurra una desgracia", dice la nota de Público. Aunque no hay ningún tipo de legislación para promover programas basados en GNU/Linux, la IIPA se muestra preocupada por que el Gobierno indio estaría considerando apostar por el software local y libre.
Pero las mayores críticas se dirigen contra los gobiernos del sudeste asiático, en especial con Tailandia, por la decisión de diseñar un plan para promover el software libre y comprar 1,4 millones de portátiles para las escuelas que, para ahorrar costes, deberán llevar GNU/Linux.
Por su parte, a Vietnam e Indonesia la IIPA les conmina a evitar la sustitución de copias pirata de software privativo por programas libres, y les recomienda hacer campañas educativas o una efectiva persecución de las infracciones.
En cuanto a Filipinas, el informe denuncia que el Gobierno estudia una ley para favorecer al software libre en la administración pública. Según la IIPA, "la aprobación de esta ley podría cuestionar la libertad de uso del software y, en última instancia, podría hundir a la industria informática filipina".
Lo que nunca dirá claramente el informe es que se trata de un señalamiento a países que han decidido apostar por el código abierto ante los monopolios de grandes compañías como Microsoft, Apple y otras, y que en un futuro no lejano podrían representar un peligro para su hegemonía.
Aunque advierten su preocupación: "semejante actitud "debilita la industria del software y sabotea su competitividad a largo plazo al crear una preferencia artificial para que las empresas ofrezcan software y servicios relacionados de código abierto, al tiempo que niega a muchas empresas legítimas el acceso al mercato gubernamental".
Con esta lista, la Alianza Internacional para la Propiedad Intelectual también defiende a ultranza la exclusividad que acompaña a los códigos privativos y muestran su terror ante la esencia del software libre: democratizar el saber, y por ende, también las creaciones intelectuales.
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