Por Daynet Rodríguez Sotomayor
Los fanáticos del golf y de los escándalos siguieron hoy, en VIVO, el regreso de Tiger Woods. El que para muchos es el mejor golfista de todos los tiempos, y toda una marca registrada en el mundo de los deportes y la publicidad, hizo su esperado MEA CULPA por las infidelidades matrimoniales.
«Sé que mi conducta ha causado dolor a muchos de ustedes, los he decepcionado, he decepcionado a mis fans», dijo un Tiger compungido, en una cobertura televisiva y digital que desplazó cualquier otro tema.
Pero veamos los antecedentes. En la madrugada del 27 de noviembre, Woods fue atacado por su esposa con un palo... de golf, enfurecida por sus continuas relaciones extramaritales. Y a raíz del hecho, que desencadenó acusaciones de todo tipo, desapareció de la escena pública para someterse a un «tratamiento de adicción al sexo» y anunció un retiro por «tiempo indefinido».
El mundo del golf se alarmó entre bambalinas: Tiger ha elevado el perfil y la popularidad de ese deporte como nunca antes, con una audiencia millonaria, contratos de publicidad con grandes compañías y millonarios sueldos; por lo que un torneo sin su presencia ya no sería lo mismo.
Pero ni su condición de estrella superpromocionada le evitó el calvario que suelen prodigar el "American Way of Life" y los medios luego de una estrepitosa caida: un escándalo explotado hasta la saciedad, a pesar de que su equipo legal logró evitar algunas chispeantes publicaciones, y cuentas cerradas por patrocinadores como Accenture y Gillete.
Aunque esos mismos que te hunden ante la opinión pública te pueden hacer resurgir de las cenizas, bien lo sabe Tiger Woods. Por eso no es de extrañar que, luego de estos pocos meses, reapareciera en un show cuidadosamente preparado: transmisión online por Youtube, una sola cámara y un puñado reducido de periodistas, para complacer el morbo y el espectáculo; y la moralina norteamericana que no le hubiera perdonado una reaparición sin el previo MEA CULPA.
Pero ni su condición de estrella superpromocionada le evitó el calvario que suelen prodigar el "American Way of Life" y los medios luego de una estrepitosa caida: un escándalo explotado hasta la saciedad, a pesar de que su equipo legal logró evitar algunas chispeantes publicaciones, y cuentas cerradas por patrocinadores como Accenture y Gillete.Aunque esos mismos que te hunden ante la opinión pública te pueden hacer resurgir de las cenizas; bien lo sabe Tiger Woods. Por eso no es de extrañar que, luego de estos pocos meses, reapareciera en un show cuidadosamente preparado en Miami: transmisión online por Youtube, una sola cámara y un puñado reducido de periodistas, para complacer el morbo y el espectáculo; y la moralina norteamericana que no le hubiera perdonado una reaparición sin el previo MEA CULPA.
Y como la marca Tiger Woods al parecer se alimenta de la polémica, el regreso de hoy también tuvo su cuota previa, al hacerlo coincidir con el Campeonato Mundial de Match Play, el primer gran evento deportivo del año en el calendario del golf, con sede en Arizona y patrocinado, precisamente, por Accenture.
Después del show de este viernes, el mundo del golf -en apariencias dividido entre Arizona y Miami- está tranquilo. Las aguas retoman su cauce y la marca seguirá reportando dividendos: aunque Tiger no anunció una fecha de regreso, ya algunos especialistas vaticinan que el estadounidense podría estar en el torneo que se disputará entre el 11 y el 14 de marzo en Miami.
Y para los medios, fue una jornada de gloria: con el tema de Haití ya agotado en su variante de espectaculares rescates e imágenes, y mientras sucede la próxima catástrofe, Tiger Wood ha llenado hoy con creces la agenda informativa del día...
Cuando lo vi, no pude más que sentir lástima del mundo en que vivimos, la gente muriendo de hambre en todos los rincones del planeta, mientras las mentes sociales son adormecidas por noticias… que no merecen un comentario inteligente…
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