La iniciativa se plantea como un espacio de reflexión para los mayores del 15M, que sienten que tienen mucho que aportar. "Aprovecharemos para tener más contacto entre nosotros", asegura, "recordaremos juntos nuestra lucha por la democracia durante la transición y seguiremos al lado de los jóvenes para pasarles nuestra experiencia".
En un principio, la acampada tiene previsto durar cuatro días y, según lo que voten los diputados respecto a la reforma, decidirán si quedarse más tiempo o levantar las tiendas. "Meteremos presión y a ver qué hacen", comenta medio en broma, "si viene la policía y nos pega o qué".
Esta noche, en otra asamblea general, convocada a las 21:00, los participantes decidirán los detalles de la acampada. Aunque todo se ha decidido de manera muy rápida, asegura, "ya hay mucha gente que ha dado su apoyo".
A pesar de su edad, Lázaro se siente con energías y ganas de manifestarse. "Si por mí fuera no estaría metido ya en berenjenales", explica con voz alegre, "pero tengo 5 nietos y decían que la juventud estaba dormida pero ahí la tienes, despierta". Ahora no lo duda: "Tenemos que estar junto a ellos".
Un movimiento que le dio vida
Lázaro recuerda, entre risas, que acudió "un poco engañado" el 15 de mayo a la manifestación que pedía una democracia real porque pensaba que era "en apoyo del juez Garzón". Sin embargo, aquel día vio nacer el movimiento de los indignados. "Ver lo que se produjo me dio vida", asegura. "Los de mi edad hace 35 años estábamos peleando en la calle", afirma, "así que algo tendremos que hacer ahora".
Eduardo Muriel/Publico
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