martes, 15 de julio de 2014
BRICS: un fantasma que recorre el mundo
Diego M. Vidal (desde Brasil)
La alianza entre Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica reúne a sus líderes en Fortaleza, nordeste brasileño, para comenzar a dar la puntada final a uno de los proyectos más ambicioso del grupo como es la creación de un Banco de Desarrollo propio y un Fondo de Contención que se activará en momentos de crisis para ayudar a los países miembros. Esta asistencia también evalúa extenderse a las naciones emergentes que lo necesiten, con líneas de créditos para cubrir sus desbalances externos.
El encuentro que tendrán el miércoles en Brasilia con los presidentes de América del Sur, puede ser parte de esa ampliación en la influencia regional. Las visitas de los mandatarios Vladimir Putin, de Rusia y Ji Xinping, de China, antes y después a varias capitales latinoamericanas parece confirmarlo.
Con un capital de 100 billones de dólares para invertir en infraestructura entre los integrantes del bloque, la entidad naciente aparece como un fantasma para las economías centrales que detentan el control del Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), y por ende deciden las acciones que estos ejecutan, que no siempre han dado resultados satisfactorios donde se aplicaron. En realidad nunca. Tampoco permitieron torcer el rumbo político del BM y el FMI cuando Brasil o China impulsaron reformas para ampliar el poder de voto de los Estados emergentes.
El anuncio, entre otras cuestiones que los BRICS vinieron a tratar en el gigante Sudamericano, arroja una luz de esperanza para otras economías que vienen resistiendo los embates del crack financiero internacional y a las que una inyección de inversiones o préstamos en condiciones más favorables las ayudaría a campear un horizonte brumoso en sus crecimientos. En este contexto, se prevé que los países que lo componen representen en el 2015 una cuarta parte del Producto Bruto Interno del mundo y los analistas coinciden en vaticinar que serán las potencias globales a mitad de este siglo. En la actualidad, sumados los PBI de los cinco, equivale a 16,2 trillones de dólares y supera ampliamente a la Unión Europea.
Sin embargo, no todas son mieles en esta agrupación supranacional. Las cifras que se citan, más las halagüeñas perspectivas económicas, todavía no alcanzan a ser el maná que se distribuya entre los simples mortales que habitan en ella. Los números son apabullantes: casi tres mil millones de personas es la población de los BRICS. Pero también perturba el recuento de pobres en guarismos semejantes, aunque China y Brasil hayan hecho mucho por disminuirlos en las últimas décadas. En un artículo publicado en la revista brasileña Carta Capital, Nathalie Beghin, del Instituto de Estudios Socioeconómicos (INESC), “la informalidad en el mercado laboral alcanza a más del 40% de los ciudadanos económicamente activos de Brasil, India y Sudáfrica. Con eso, millones de trabajadores no tienen acceso a los derechos fundamentales vinculados al trabajo como seguro de desempleo, jubilación y pensión, maternidad y paternidad subsidios, entre otros. Están lejos del concepto de trabajo decente, consolidado por la Organización Internacional del Trabajo. Millones de hombres y mujeres van a su propia suerte dependiendo de asistencia privada, la ayuda mutua o programas puntuales eventualmente implementados por sus gobiernos”. Para Beghin, otra de las facetas negativas compartida por los BRICS es la baja calidad educacional: “en ninguno de los cinco países los adultos tienen por lo menos 10 años de escolaridad promedio. En los Estados Unidos, por ejemplo, este indicador es más de 13 años. En Rusia el indicador está alrededor de los 9, en Brasil y en China gira en torno a los 7 y en la India, los adultos tienen, en promedio, sólo 4 años de estudio”, asegura la investigadora de la Red Brasilera para la Integración de los Pueblos.
La duda sobre los beneficios de unión de estos gigantes del Sur del planeta, continúa siendo el destino de esta riqueza compartida. En ellos hay miles de millones de personas con necesidades urgentes por satisfacer. Deudas históricas, pobrezas estructurales. “Crecimiento inclusivo: soluciones sostenibles" sostienen los movimientos sociales que se reúnen a la par de la VI Cumbre de los BRICS. El Centro Brasileño de Solidaridad con los Pueblos y Lucha por la Paz (Cebrapaz), la Unión Brasileña de Mujeres (UBM), la Unión Nacional de Estudiantes (UNE) y la Unión Brasileña de Estudiantes Secundarios (UBES), la Central Unitaria de Trabajadores de Brasil (CTB), la Unión de Juventudes Socialistas (UJS) y la Federación de Barrios y favelas de Fortaleza (FBFF), se encuentran en la sede de la Asamblea Legislativa de Ceará, junto con la presidenta del Consejo Mundial por la Paz, Socorro Gómez, para elaborar un documento que entregarán a los Jefes de Estado reunidos y a quiénes destinarán el reclamo de una mejor distribución de los frutos millonarios que pueden resultar de las políticas que se decida en esta asociación de lo que se supo conocer como Tercer Mundo.
Números BRICS
La alianza Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, abarca alrededor del 26% de la superficie terrestre y en el que vive el 46% de la población mundial: casi tres mil millones habitantes.
En términos de crecimiento económico, los BRICS están por delante el pronóstico de 2001 (Sudáfrica no incluido): 18% del PBI mundial, por delante de la previsión original del Banco Goldman Sachs, de 14,2%. (Fuente: Itamaraty)
De acuerdo a la Organización Mundial del comercio (OMC), los BRICS han duplicado en el período entre 2001 y 2011, de 8% a 16%, su cuota en las exportaciones mundiales. En este mismo período el volumen total de las exportaciones creció más de 500%, en comparación con un crecimiento de alrededor de 195% del monto total de intercambio. Entre 2002 y 2012, el comercio intra-BRIC creció $ 922, 27 a 276 billones de dólares. Del 2010 al 2012, el flujo comercial de los BRICS aumentó 29% y pasó de $ 4,7 trillones de US$ 6,07 trillones.
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