Por Michael Moore
Así que General Motors de nuevo tiene miles de millones de dólares de ganancias. Y si se aprende algo del pasado, sabemos lo que eso quiere decir: es hora de algunos despidos.
O quizás no. Allá por las décadas de 1980 y 1990, cuando GM consistentemente reportaba gigantescas ganancias, simultáneamente despedía a decenas de miles de obreros en mi ciudad natal de Flint y el resto de Michigan. En estos momentos parece que la única persona que van a despedir es al Director General Edward Whitcare. (Tan solo la semana pasada Whitcare decía que no tenía planes de marcharse por el momento –es una ironía que el ex presidente de los Boy Scouts de Estados Unidos no estuviera Simpre Listo.)
Pero si aún no están despidiendo gente, tampoco están contratando.
Durante la primera mitad de 2010, GM tuvo ganancias por 2.200 millones de dólares; sin embargo, según The Wall Street Journal solo han agregado 2 000 empleos en toda Norteamérica, con lo que aumentaron su fuerza de trabajo de 113.000 a 115.000.
Y lo que es cierto para GM es cierto para el país. El gobierno se apareció con billones de dólares en efectivo y garantías para impedir que las corporaciones norteamericanas colapsaran debido a su propia estupidez, miopía y avaricia. Y funcionó –para las corporaciones norteamericanas. Puede que ustedes no se dieran cuenta que les estaban ejecutando la hipoteca, pero las ganancias para los 500 más ricos de la revista Fortune ya casi son normales. Aumentó hasta 391.000 millones en 2009, un incremento de 335 por ciento con relación a 2008. Y las 500 mayores corporaciones no financieras están sentadas ahora sobre 1,8 billones en efectivo, más que en cualquier otro momento en los últimos 50 años. (Eso es lo que la prensa de los negocios siempre dice, que están “sentadas” en el dinero –aunque por lo que sé, eso no es literalmente cierto.
Eso es lo que debemos tener en cuenta cuando hablamos de GM y otras compañías que han aceptado la dádiva gratuita. No se trata del constante barajar de los tipos blancos de traje. ¿Qué significa que el nuevo Director General de GM es Daniel F. Akerson, un director ejecutivo del Grupo Carlyle? Probablemente que GM va a ser dirigida por algunos que nos agarrarán por los huevos y que no les importa desdeñar la ley y la decencia básica norteamericana.
Para comprender qué está sucediendo, tenemos que dirigir la mirada a las esencias, tal como hacen ellos. Y las esencias dicen que todo el mundo de los negocios ha ideado la manera de ganar una enorme pila de dinero sin emplearnos para trabajar para ellos. No estoy seguro de cómo beneficia esto a esas compañías a largo plazo. ¿Será que los mismos robots que fabrican la mayoría de las cosas ahora también están programados para comprarlas?
Pero el resultdo final es el siguiente: tenemos que enfrentarnos al hecho de que la mayoría de los directores generales de Estados Unidos no desean que la economía “mejore”. Porque para ellos, no puede estar mejor -las ganancias les salen por las orejas, mientras que con 9,5 por ciento de desempleo toda su fuerza de trabajo tiene demasiado temor como para pedir un aumento de 25 centavos la hora. Estarían felices de que las cosas permanezcan como están ahora. Para siempre.
Pero a pesar de lo mala que es la mala noticia, la buena noticia es aún mejor. Millones de personas se dan cuenta ahora de que necesitamos otro Nuevo Trato. Tenemos que hacer la reingeniería de la civilización norteamericana, y para eso va a hacer falta mucha gente.
¿Saben que Portugal obtiene ahora 45 por ciento de su electricidad a partir de fuentes renovables –un aumento de 28 por ciento en comparación con hace sólo cinco años? ¿O que Scientific American descubrió que podríamos eliminar todo el uso de combustible fósil para 2030? ¿O que el viento en las grandes alturas podría suministrar por sí solo 100 veces la cantidad de energía que actualmente usa el mundo entero? Y lo mejor, podemos darnos el lujo de hacer el cambio -¡porque somos ricos! ¿Recuerdan esos 1,8 billones en las cuentas bancarias de nuestras corporaciones? Sin embargo, mientras el resto del mundo se dirige al futuro, nosotros estamos sentados aquí. Lo único que funcionará para llevarnos allí es lo que ha funcionado anteriormente: igual que hicimos en la década de 1930 y en la de 1960, tenemos que perderle el temor al 1 por ciento más rico y hacer que nos teman a nosotros. Es la única forma de que suelten el agarre al cuello de este país, lo suficiente como para permitirnos que nos salvemos nosotros y los salvemos a ellos también.
Una cosa es cierta: Obama no va a hacer esto por nosotros. ¿El Congreso? Olvídenlo.
Si queremos para nosotros y nuestros hijos una vida que valga la pena, tendremos que buscarla nosotros mismos. No podemos seguir esperando a que llegue la caballería. Y eso es porque nosotros somos la caballería.
Y desde el último piso de la torre de GM en el centro de Detroit, debiéramos hacer que escuchen el tronar de las patas de nuestros caballos.
Progreso Semanal
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