lunes, 19 de junio de 2017
Mensaje de la UNEAC a los intelectuales de EEUU
El Secretariado de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba envió el siguiente mensaje a escritores, artistas, académicos y amigos norteamericanos de la cultura cubana:
Nosotros, artistas y escritores cubanos, nos dirigimos a ustedes a partir del insólito cambio de política hacia nuestro país hecho público en Miami el pasado 16 de junio por el Presidente de los Estados Unidos.
En un discurso anticuado, obsoleto, cargado de falsedades y estereotipos que responden a la lógica de la Guerra Fría, se pronunció por abolir los pasos positivos que se dieron en la administración anterior. Sus palabras estuvieron dirigidas en particular a un auditorio que no representa a la mayoría de la emigración cubana y ha estado asociado al terrorismo contra Cuba y otros países de la región.
Aspiramos a seguir trabajando juntos para construir en el campo cultural una relación fecunda y sobre bases de igualdad, que favorezca el mutuo enriquecimiento espiritual de ambas naciones.
En la tradición ética y martiana de nuestro pueblo no ha habido ni habrá espacio para el odio.
Es más necesaria que nunca ahora la denuncia de esta nueva política y del brutal bloqueo que hemos padecido durante casi sesenta años.
Reciban nuestro sincero y eterno agradecimiento.
Miguel Barnet, poeta y escritor; Digna Guerra, directora coral; Luis Morlote, realizador audiovisual; Pedro de la Hoz, crítico y periodista; Arístides Hernández (Ares), artista plástico; Alex Pausides, poeta; Lesbia Vent Dumois, artista plástica; Rolando Núñez, actor; Guido López Gavilán, compositor y director de orquesta; Nieves Laferté, diseñadora escénica; Margarita Ruiz, curadora.
Secretariado de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba
La Habana, 17-6-2017
Declaración del Gobierno cubano sobre discurso de Trump
El 16 de junio de 2017, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en un discurso cargado de una retórica hostil, que rememoró los tiempos de la confrontación abierta con nuestro país, pronunciado en un teatro de Miami, anunció la política de su gobierno hacia Cuba que revierte avances alcanzados en los dos últimos años, después que el 17 de diciembre de 2014 los presidentes Raúl Castro Ruz y Barack Obama dieran a conocer la decisión de restablecer las relaciones diplomáticas e iniciar un proceso hacia la normalización de los vínculos bilaterales.
En lo que constituye un retroceso en las relaciones entre los dos países, Trump pronunció un discurso y firmó en el propio acto una directiva de política denominada “Memorando Presidencial de Seguridad Nacional sobre el Fortalecimiento de la Política de los Estados Unidos hacia Cuba” disponiendo la eliminación de los intercambios educacionales “pueblo a pueblo” a título individual y una mayor fiscalización de los viajeros estadounidenses a Cuba, así como la prohibición de las transacciones económicas, comerciales y financieras de compañías norteamericanas con empresas cubanas vinculadas con las Fuerzas Armadas Revolucionarias y los servicios de inteligencia y seguridad, todo ello con el pretendido objetivo de privarnos de ingresos. El mandatario estadounidense justificó esta política con supuestas preocupaciones sobre la situación de los derechos humanos en Cuba y la necesidad de aplicar rigurosamente las leyes del bloqueo, condicionando su levantamiento, así como cualquier mejoría en las relaciones bilaterales, a que nuestro país realice cambios inherentes a su ordenamiento constitucional.
Trump derogó asimismo la Directiva Presidencial de Política “Normalización de las relaciones entre los Estados Unidos y Cuba”, emitida por el presidente Obama el 14 de octubre de 2016, la cual aunque no ocultaba el carácter injerencista de la política estadounidense, ni el objetivo de hacer avanzar sus intereses en la consecución de cambios en el orden económico, político y social de nuestro país, había reconocido la independencia, la soberanía y la autodeterminación de Cuba y al gobierno cubano como un interlocutor legítimo e igual, así como los beneficios que reportaría a ambos países y pueblos una relación de convivencia civilizada dentro de las grandes diferencias que existen entre los dos gobiernos. También admitía que el bloqueo era una política obsoleta y que debía ser eliminado.
viernes, 16 de junio de 2017
Trump en Miami: Más Stupid Power que nunca
Daynet Rodríguez Sotomayor/CubaSí
Con un acto en el cubil anexionista de Miami, el presidente estadounidense Donald Trump interrumpió hoy, de golpe y porrazo, todo el camino de normalización de relaciones entre Cuba y Estados Unidos iniciado por su predecesor Barack Obama en diciembre de 2014, y anunció su apuesta de retroceso hacia las posturas de abierta hostilidad contra la isla, que durante más de 50 años mantuvieron los inquilinos de la Casa Blanca.
Varios reportes de prensa habían anunciado la víspera algunas medidas que el mandatario terminó por concretar hoy, con un discurso lleno de retórica y guiños hacia los miembros más reaccionarios de la comunidad cubanoamericana de Miami, como Marco Rubio o Mario Díaz-Balart. El Stupid Power, como le ha llamado el joven historiador cubano Elier Ramírez a la política de Trump, se vio hoy más explícitamente que nunca, y las ofensas, la soberbia y las mentiras sustituyeron el posible camino de respeto, cooperación y entendimiento entre dos gobiernos, una posibilidad que se ha venido explorando y que Trump acaba de cerrar.
Tan ofensivo como el discurso del mandatario, fue ver, una y otra vez, las muestras anexionistas de un auditorio compuesto en su mayoría por cubanoamericanos. Mientras Trump le repetía a su público la apuesta demagógica de una Cuba Libre, ellos, tan libres, tan independientes, vitoreaban USA USA USA...
En la concreta, tras tanta hojarasca discursiva imperial, ¿qué dijo Trump?: suspendió el último acuerdo de la pasada administración, prometió fortalecer las sanciones -que dicho así parecen cosas sueltas y no una sofisticada política de agresión comercial y financiera como el bloqueo, que hostiga a todo un pueblo-; dijo que sería más estricto con los viajes particulares de sus ciudadanos, para que se cumplan las doce categorías aprobadas; exigió cambios en la isla...
¿Quiénes son los más afectados? En un muy reciente artículo en su blog La pupila insomne, el analista cubano Iroel Sánchez apuntaba algunas víctimas: la iniciativa privada y emergente, muy beneficiada con los acuerdos promovidos por Obama, y los viajeros norteamericanos a los que una vez más se les limita su derecho elemental de conocer y disfrutar Cuba, como cualquier otro país.
"En cuanto a la promoción de valores democráticos, el hecho de que una persona -Marco Rubio, se dice gracias a su apoyo a Trump en su ataque al Obamacare- influya más en una decisión del Presidente que la opinión mayoritaria del electorado norteamericano, que según el Centro de Investigaciones Pew apoya en un 75% las políticas que las decisiones de este viernes buscan revertir. No es un buen ejemplo de democracia para los cubanos del que se enterarán no por la “propaganda del régimen” sino por sus familiares en Miami", consideró Sánchez.
La postura trumpista desoye a una buena parte de la opinión pública y a voceros del sistema político de aquel país, que crecientemente en las últimas horas han criticado la suspensión del último acuerdo entre Cuba y EE.UU. suscrito por la anterior administración de Barack Obama.
Es el caso de James Williams, presidente de la Coalición Engage Cuba, que entrevistado por Prensa Latina, dijo que la política del mandatario fue claramente escrita por personas que nunca han estado en la nación antillana, 'al menos no en este siglo'.
Patrick Leahy, senador por Vermont, emitió un comunicado este viernes en el que calificó la decisión de Trump de regresión vacía que da un golpe a la libertad de los estadounidenses para viajar, al interés nacional norteamericano y al pueblo de Cuba, indicó otro reporte de PL.
"Qué mala decisión. Hemos trabajado tan duro para reabrir los lazos con Cuba, enferma ver revertido este histórico progreso", escribió la congresista por California Barbara Lee en su cuenta de la red social Twitter.
No solo contra Cuba dirigió su discurso. De refilón amenazó a la Revolución Bolivariana de Venezuela, y con ella a todos los procesos que intentan una vía alternativa y diferente de país.
Para los cubanos, esta postura no es nada nueva: se trata de la misma soberbia imperial, fracasada, con la que desde hace más de 50 años las sucesivas administraciones de Estados Unidos han intentado subvertir nuestro proceso, y como tantas otras veces, encontrará un muro de resistencia y dignidad, ahora acrecentada por el compromiso que nos ha legado la sobrevida de Fidel, de mantener la Revolución y seguir construyendo socialismo.
¿EE.UU., con tantos palos que te dio la vida con Cuba, aún no aprendes?
martes, 7 de marzo de 2017
La huella solidaria
Daynet Rodríguez Sotomayor
A veces se tiene la suerte de ser testigo de la conmoción y la bondad. A media mañana estaba esperando un transporte para venir a la redacción: un botero, un rutero, una guagua, lo primero que pasara. Un poco más adelante, un hombre de unos 40 años también intentaba llegar a su centro de trabajo. Ya más de un carro de alquiler había pasado sin hacer caso a nuestras señas, indolente. Mientras, por la acera, venía caminando un viejito, mochila en mano y gorra para el sol, lo hacía muy despacio, casi centrímetro a centímetro. Como traía bastón, pensé que tenía problemas de movilidad, mientras que el hombre -me dijo después- creyó que estaba operado. De pronto, el viejito, del que nos separaban unos metros, comenzó a desplomarse... una tercera persona, que venía en su dirección, a duras penas lo atajó en sus brazos. Ese instintivo y rápido gesto evitó males mayores. Entre los tres, lo sentamos en una escalera, pero casi no podía sostenerse. En medio de su desvanecimiento, él insistía en que debía ver a su "hermana que la operaban hoy". Nada más... hasta que logró balbucear la dirección de un familiar, muy cerca de allí... Le preguntamos su nombre, si era diabético, alguien le buscó un refresco de cola, intentamos reanimarlo con gel de manos (no se me ocurrió otra cosa)... y como vimos que no podría avanzar solo, llamamos a la policía y en un primer intento nos respondieron que debíamos hacerlo al 104, a emergencia médica. Al no comunicar, después de varios minutos volvimos a insistir con la policía, que se encargó de contactarnos con el servicio de emergencia. El cuarentón les explicó la gravedad de la situación. Y durante la espera, se llegó hasta la dirección cercana que el viejito había logrado decir, pero no encontró a ningún familiar, solo una anciana vecina que le dio su número de teléfono para que "por favor luego le contara a donde lo trasladarían". En unos 15 minutos ya la ambulancia estaba allí. Tres enfermeros: dos hombres y una mujer. Enseguida le midieron la presión, el nivel de azúcar en sangre, le canalizaron la vena, le pusieron un suero de dextrosa, lo trataron con cariño, lo calmaron porque él solo repetía que tenía que ver a su hermana... Fueron muy rápidos, y muy eficientes. Es su trabajo, es verdad... Es más, no sé cómo sucede otras veces, si son tan ágiles en llegar, si son tan buenos en auxiliar, pero hoy todo se juntó para hacer una buena obra. Y es un bálsamo saber que todavía nos mueve la solidaridad por el prójimo, que hay mucha gente bondadosa en la calle, que no da la espalda sino que tiende su mano, y ayuda y espera a ver el desenlace. Como el que iba por la calle y lo recogió, un mecánico que contó que tenía su carro desarmado a unas cuadras de allí, o el hombre de 40, que "también es diabético y sabe lo que es sufrir de azúcar baja o alta", o los enfermeros del SIUM, tan profesionales. Todos por un desconocido, al que no volverán a ver. No importa, queda la conmoción, y la huella: de estos pedacitos solidarios se va armando esa sociedad más humana por la que decidimos apostar los cubanos hace más de 50 años.
domingo, 4 de diciembre de 2016
Cripta de guerrillero
Por Daynet Rodríguez Sotomayor
En una cripta sencilla, ejemplar y tremendamente sencilla para una vida que sobrepasó todas las dimensiones, que revolucionó todo un siglo, descansan desde hoy las cenizas de Fidel. Como a los pies del Maestro, yace su hijo pródigo, su mejor alumno, en roca de la Sierra, su nombre en mármol verde olivo, palmas de escolta, símbolos de rebeldía. Muy cerca de otros héroes: mambises y compañeros de lucha en el llano y la montaña. Porque no podía ser de otra manera, porque "toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz". Cripta de guerrillero.
Cuba toda se ha deshecho en estos días en pruebas de amor y dolor: despidiéndolo, abrazándolo. En cada plaza o ciudad, en actos multitudinarios, al pie del camino, asomada en techos o postes de electricidad, en versos, tumultuosa por dentro y por fuera porque las emociones van y vienen en una tristeza que parece no acabar nunca. ¿Cuándo dejaremos de llorar?, me pregujntaba una amiga.
Pero los que se han apresurado en decretar el fin de una era, el tiempo de Fidel, no acaban de comprender de qué estamos hechos los habitantes de esta isla. A los héroes se les recuerda sin llanto, canta la voz de Sara González. Y aunque en este minuto sea tan doloroso cumplir el melódico mandato, los cubanos sabemos que nuestro duelo es una convocatoria a la lucha. También una esperanza, como publicó en un artículo el diario La Jornada. "Su presencia, así como el grito '¡Yo soy Fidel! de cientos de miles, quiere decir 'aquí estamos nuevamente, como en 1962, dispuestos a todo'".
Yo siento ahora mismo un enorme compromiso con ese grito extendido en toda Cuba. #YoSoyFidel pero, ¿cómo ser Fidel? porque Fidel es tantas cosas en uno solo: es revolución, unidad, es socialismo, es internacionalismo, es lealtad al pueblo, es ansia de justicia, es libertad, es un listón muy alto. Es la expresión del Hombre Nuevo que la Revolución soñó y todavía anhela. Creo que Fidel es, sobre todo, un camino. Para ser mejores revolucionarios, que es la única manera de ser Él. Lo decía Raúl anoche en sus ya memorables palabras: "La permanente enseñanza de Fidel es que sí se puede, que el hombre es capaz de sobreponerse a las más duras condiciones(...)". Otra vez lo posible en la imposibilidad, cenizas de ave fénix que renacen en su pueblo, guerrillero en su cripta llamando al combate.
Fidel, el más grande impulsor de la medicina latinoamericana
Por Daynet Rodríguez Sotomayor/ Publicado en CubaSí el 3 de diciembre de 2016.
Cuando los galenos del continente celebran hoy su día, no puede dejar de mencionarse al más grande impulsor de una nueva medicina latinoamericana, al servicio de los pueblos: Fidel Castro.
El genio creador del líder de la Revolución, es visible a cada paso en la isla. Todos los sectores fueron "tocados" por su mano fundacional, pero quizás uno de los más icónicos sea la medicina, a la que imprimió un sello humanista y solidario.
La tradición internacionalista de Cuba, que se vislumbró desde el mismo año 1959 en que la naciente Revolución consideró un deber elemental pagar su "deuda de gratitud con la humanidad", tuvo un impulso radical tras la tragedia provocada por los huracanes Mitch y George en Centroamérica, en 1998.
Como respuesta ante el desastre, que asoló a la región y dejó miles de muertes, Cuba concibió un Programa Integral de Salud para ayudar a forjar un sistema primario de asistencia, inexistente o muy precario en esos países. Médicos y enfermeros llegaron entonces hasta las comunidades más afectadas no solo por los huracanes sino por siglos de desigualdad y olvido.
Al propio tiempo, Fidel propuso un programa de salud con una visión que excedía la situación de emergencia para convertirse en un modelo de cooperación y solidaridad con los países del Tercer Mundo, en particular América Latina.
Decía Fidel en una intervención pública el 21 de noviembre de 1998: " [..] Y falta solo una cosa: no limitarnos a enviar 2 000 ó 2 500 ó 3 000 médicos; hay una cosa más importante y es que junto a la oferta de enviar médicos hemos ofrecido un programa de formación de médicos centroamericanos en Cuba.[..]".
Era el anuncio de otro parto fundacional: la Escuela Latinoamericana de Medicina, ELAM, inaugurada un año después, bajo la idea de formar gratuitamente como médicos a jóvenes de esos países, que luego regresarían para hacer de la atención de salud un proyecto sostenible en el tiempo.
En la inauguración de la escuela, el líder de la Revolución exponía a los jóvenes estudiantes su visión de futuro: "Lo más importante habrá de ser su consagración total al más noble y humano de los oficios: salvar vidas y preservar salud. Más que médicos, serán celosos guardianes de lo más preciado del ser humano; apóstoles y creadores de un mundo más humano".
"En los sectores con más carencia de médicos de América Latina y el Caribe están muriendo cada año más de un millón de personas, de ellos 500 mil niños, por enfermedades previsibles y curables. Decenas de millones de latinoamericanos no tienen acceso alguno a los servicios de salud. Esto ocurre incluso en un país tan inmensamente rico como Estados Unidos. Los que van a morir no pueden esperar", exponía Fidel en su breve pero emotiva intervención.
Y agregaba: "El ejemplo de ustedes, jóvenes entrañables que ya estudian en esta Escuela, despertará conciencias y será seguido por los profesionales que, en número elevado y con excelente calidad, han formado las universidades de América Latina. Salvar millones de vidas, brindar salud segura y óptima a los 511 millones de habitantes de América Latina y el Caribe, sólo puede ser tarea de cientos de miles de médicos que en su inmensa mayoría ya están técnicamente preparados para ello".
¿Quién mejor que esos jóvenes, salidos de las entrañas del continente, para conocer sus culturas y los viejos anhelos de sus propias comunidades?
La ELAM sentaba las bases de una nueva medicina latinoamericana a favor de los más necesitados y complementaba así, en las propias raíces de los pueblos, todos los proyectos subversivamente solidarios que Cuba ha impulsado: las brigadas de médicos en todo el continente, la Operación Milagro para restaurar la visión a millones de personas, la brigada Henry Reeve para actuar en casos de desastres.
En la actualidad integran la ELAM, soñada y gestada por Fidel, 117 países de prácticamente de todos los continentes, y se han graduado hasta la fecha más de 25 mil médicos de 84 países.
viernes, 2 de diciembre de 2016
Fidel vive en cada uno de nosotros
Daynet Rodríguez Sotomayor/ Publicado en CubaSí el 26 de Noviembre de 2016
En la madrugada de este sábado 26 de noviembre, los revolucionarios de todo el mundo recibimos la noticia más dolorosa que jamás hubiéramos querido tener: Fidel Castro, nuestro Comandante en Jefe, había fallecido.
Pero en medio del shock y la tristeza y el dolor, de los mensajes de abrazo y aliento que por todas las vías se iban trasmitiendo, una certeza se me hizo evidente: Fidel vive más que nunca en cada uno de nosotros, los que hemos crecido con su impronta y con su ejemplo. Con las lágrimas, vino la profunda convicción de que ahora nos toca no dejar morir sus ideas y la obra colosal de la Revolución.
Porque la Revolución es eso, una hazaña colectiva con su sello de conductor excepcional. Bajo su guía, Cuba se convirtió en la isla de la libertad, de la solidaridad, de lo posible en la imposibilidad, donde los desposeidos por primera vez fueron dueños de su futuro y de destino. ¿Sino que son la salud, la educación, el deporte, la cultura para todos que hoy gozamos, sueños de equidad solo posibles con el huracán de una gesta libertaria?
Este orgullo de ser cubanos, esta dignidad a prueba de invasiones, de mercenarios, de vendepatrias, se la debemos a él, que puso la voz de Cuba más en alto que nunca y nos enseñó a no bajar jamás la cabeza, por difíciles que fueran las circunstancias y gigante el enemigo. Y no ha sido poco: resitir al mayor imperialismo que haya visto la humanidad, a solo 90 millas, y su constante hostigamiento de casi 60 años.
Y sus batallas no fueron solo por Cuba, nadie como él encarnó mejor y más profundamente el precepto martiano de que Patria es Humanidad, con su apoyo decidido a todas las causas justas del mundo: las guerrillas en América Latina, al Chile de Allende, a la Venezuela de Chávez a quien quiso como un hijo, la lucha contra el apartheid y por la independencia de Angola y el nacimiento de Namibia, la creación del Contingente Henry Reeve, el ejército de batas blancas que hoy lleva la salud a los más necesitados del mundo, en una reactivación del ideal hermoso de la solidaridad.
Además de resumir todas las cualidades de un revolucionario, Fidel es sobre todo, una mística y una mítica: el de la paloma blanca posada en su hombro en el 59, el del "que tiene Fidel, que los americanos no pueden (no pudieron) con él", el bendecido por los padres de todas las religiones, el que "deja que se entere Fidel, que esto se resuelve", el osado y el primero en cualquier trinchera.
Las palabras se me agolpan y atropellan, pero en esta hora triste y difícil me enorgullezco de haber vivido el tiempo de Fidel, de haber nacido y crecido con sus ideas y su fe de victoria, siempre, y de haberlo podido acompañar junto a otros miles de cubanos en sus últimas luchas, por Elián y por los Cinco, que gracias a su preclaridad, hoy están en casa.
A los revolucionarios nos queda el dolor de su partida física. Pero Fidel vive en su pueblo. No pasará a la historia, sino que ya es Historia, desde hace mucho tiempo. El mayor homenaje ahora será hacer realidad de cada día, las indicaciones que nos dejó en letra de oro cuando escribió: “Revolución es sentido del momento histórico; es cambiar todo lo que debe ser cambiado; es igualdad y libertad plenas; es ser tratado y tratar a los demás como seres humanos; es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos; es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional; es defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio; es modestia, desinterés, altruismo, solidaridad y heroísmo; es luchar con audacia, inteligencia y realismo; es no mentir jamás ni violar principios éticos; es convicción profunda de que no existe fuerza en el mundo capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas. Revolución es unidad, es independencia, es luchar por nuestros sueños de justicia para Cuba y para el mundo, que es la base de nuestro patriotismo, nuestro socialismo y nuestro internacionalismo.”
martes, 12 de enero de 2016
#VHMCensurado: Víctor Hugo fuera del aire
Por Atilio A. Borón
Días pasados hablábamos de la nefasta transición que se está operando en la Argentina desde la República hacia el Régimen. Este último es definido como una forma de gobierno en donde se atropellan las reglas del juego democrático, se avanza sobe la división de poderes, se desconocen los preceptos constitucionales y las normas del derecho internacional. La Argentina de Macri, en su breve experiencia de un mes, ha dado pasos gigantescos para convertir a su gobierno en un Régimen, conculcando libertades sin solución de continuidad. La última muestra de un rosario de intervenciones de ese tipo la ofrece la decisión tomada por Radio Continental, bajo evidente presión gubernamental, de levantar “La Mañana”, el programa de Víctor Hugo Morales. Este era una de las pocas voces críticas que iba quedando en la radiofonía argentina, un faro al cual se dirigían todos los que abrumados y disgustados por el monocorde tono oficialista de la prensa hegemónica en todas sus manifestaciones (prensa, radio y televisión) para escuchar la otra campana, para acceder a una perspectiva diferente, para conocer otras opiniones y escuchar las voces de otros analistas. “La Mañana” era el programa de más rating de Radio Continental, pese a lo cual se lo liquidó sin miramientos, silenciando una de las voces más autorizadas del espacio público argentino.
Este zarpazo contra la libertad de expresión se produce en medio de la abyecta complicidad de los sedicentes personeros del “periodismo independiente”, que durante años taladraron y envenenaron los cerebros de su audiencia, sus lectores o televidentes con críticas a las supuestas amenazas que la Ley de Medios representaba para la libertad de expresión, pese a que esta pieza legal jamás pretendió legislar sobre los contenidos sino combatir la apropiación monopólica del espacio radial y televisivo. Los supuestos adalides de las libertades públicas también criticaban la utilización arbitraria de la pauta oficial para favorecer voces alternativas para compensar la fenomenal desproporción a favor de los riquísimos medios hegemónicos totalmente jugados en un plan destituyente y que habían cambiado el periodismo por la publicidad opositora y el coaching de sus mediocres personeros. Estos nefastos personeros del odio y la intolerancia -periodistas, políticos e intelectuales deseosos de cobijarse bajo el favor oficial y sus generosas prebendas- permanecen en silencio mientras Macri pisotea una tras otra las instituciones y las normas de la República. Su pasividad e indiferencia los convierte en farsantes, que desmienten con su inconducta las bellas exhortaciones al diálogo, el consenso, el pluralismo, la democracia que, nos decían, sobrevendrían cuando la “dictadura” kirchnerista fuera desplazada de la Casa Rosada. Ahora callan, en un silencio escandaloso e imperdonable. El totalitarismo mediático llegó a extremos jamás vistos en la Argentina democrática. Alfonsín convivió con un sistema de medios que le fue hostil desde el vamos; Menem avanzó en el control pero quedaron algunos islotes críticos que sobrevivieron a su arremetida; la Alianza heredó esa situación y su inoperancia también se reflejó en el terreno mediático. Néstor Kirchner se enfrentó ni bien asumió la presidencia con la beligerancia de La Nación, que por la pluma de José Claudio Escribano le intimó a una rendición incondicional que el patagónico desechó con dignidad. Clarín, más astuto, primero apoyó al nuevo gobierno pero bien pronto los desacuerdos en relación al meganegocio del “Triple Play” (voz, banda ancha y televisión) pusieron al multimedios en contra del gobierno, en una escalada infernal en donde se movilizaron todos los recursos imaginables para construir un consenso “pseudo-republicano” que demonizara la gestión de Cristina Fernández de Kirchner y combatiera por todos los medios posibles a la nueva legislación, misma que había sido aprobada por amplia mayoría en el Congreso Nacional y declarada constitucional por la Corte Suprema de Justicia de la Nación. CFK libró una batalla desigual, y logró mantener un cierto pluralismo informativo que hoy, casi perdido por completo, valoramos como un bálsamo. Más allá de las limitaciones que tuvo la política comunicacional de su gobierno, desgraciadamente en manos de diletantes, la verdad es que la Argentina de su época era un país en donde cualquiera podía oír opiniones diferentes, si bien a medida que se alejaba de Buenos Aires la campana opositora sonaba con una estridencia que eclipsaba a todas las demás. Pero, mal o bien, había dos campanas, dos voces, dos opiniones. Poco a poco comienzan a caer las tinieblas y el pensamiento único, la insulsa y fraudulenta versión oficial, será lo único que podrán escuchar los argentinos para “conocer” lo que está ocurriendo.
Nunca vivimos algo igual en democracia. Se viene una durísima batalla para defender nuestras libertades, amenazadas por el macrismo desde los más diversos frentes. El gobierno de Macri confía en la pasividad y desorganización del campo popular. Pero es una apuesta temeraria. No vaya a ser que de tanto tensar la cuerda esta se rompa y la mitad del país que no lo votó, más una fracción de los que sí lo hicieron pero ya están arrepentidos, decidan, hartos ya de tantas decisiones reaccionarias y antipopulares; hastiados y enojados por el recorte de sus ingresos, por la inflación descontrolada, por los despidos arbitrarios, reeditar las grandes jornadas de Diciembre del 2001 y una gigantesca poblada provoque el derrumbe del Régimen. Macri está jugando con fuego, y no parece muy ducho que digamos. Por las dudas, no sería mala idea chequear el funcionamiento del helicóptero presidencial.
lunes, 28 de septiembre de 2015
Medellín, cinco días (+ FOTOS)
Daynet Rodríguez Sotomayor
Medellín, la ciudad de la eterna primavera y el motor industrial de Colombia, ya no muestra a simple vista la cara del terror. Descubrirla en el trayecto de 45 minutos desde el aeropuerto, es descender en una montaña rusa de curvas zigzagueantes, hasta que se abre a la vista el valle intramontano, a 1475 metros sobre el nivel del mar, y aparece una estela monocorde de modernos edificios, altos y rojos, por la característica construcción de ladrillos, que más tarde sabré es un material abudante en la zona. Relativamente joven, si se compara con otras ciudades latinoamericanas, Medellín apenas tiene huellas del pasado colonial, ni construcciones e iglesias espectaculares de la época española. Lo que impresiona, entonces, es su trazado urbanístico y cómo bajan en cascadas, por las laderas mismas de las montañas, las moles de 20, 30 pisos, en un alarde de ingeniería e innovación... Al extranjero, Medellín lo recibe con un clima cálido y una amabilidad desbordada, mientras la obra del maestro Fernando Botero está en todas partes para convertirse en una marca-ciudad y un aliento: el parque Botero, con sus 23 estatuas al aire libre, que el artista recubrió con pátina, una técnica que protege del sol y la lluvia pero no inmuniza frente al sudor que aquí y allá ha bronceado y aclarado los pedazos más manoseados y cercanos a la gente, como el "soldado romano", que según la leyenda la mujer que se agarre de su miembro erecto tendrá asegurado amor eterno; o la "gorda" de Botero, que le da la espalda y le enseña sus nalgas al Banco de la República, para sus habitantes una burla a los comadreos financieros. O el famoso monumento a la barbarie, donde yacen dos obras del maestro: las palomas de la guerra y la paz. La primera, mutilada por una bomba puesta allí en un día de concierto que dejó cientos de muertos, una obra sin reparar por deseo expreso de Botero, para que nunca se olvidara la tragedia; y la segunda, símbolo de un nuevo tiempo. Todos, lugares de encuentro de jóvenes y viejos, de madres q retratan a sus hijos, de cientos de vendedores ambulantes que te imploran les compres algo, de artesanías, de réplicas de las esculturas, de jugos y guarapo que en realidad es nuestra limonada. No se puede palpar en cinco días el alma de una ciudad. Probablemente solo vimos la vitrina, lo típico. El circuito turístico solo enseña la opulencia y esconde la pobreza. Pero una cosa sí sentimos: el paisa, el antioqueño, el habitante de estas tierras, es un ser noble, atento y preocupado por la seguridad del visitante, orgulloso de su cultura y de sus costumbres... Éramos par de cubanas que viajamos como delegadas a un congreso internacional de Relaciones Públicas del que luego contaré mis impresiones. Y a nosotras nos confundían con costeñas, de Barranquilla, Cartagena, Santamarta, por nuestro "hablar tosco", pero cuando decíamos ¡Cuba!, más de uno hacía el intento de chocar sus puños con los nuestros, en señal de respeto y cariño. Medellín nos deja también el recuerdo de su tráfico trepidante, la energía de la Plaza de los Pies descalzos, la admiración por la belleza del Pueblito Paisa y su mirador a la ciudad, los deseos que desde el bus lanzamos a la Plaza de igual nombre, y la experiencia de conocer una ciudad acogedora y hermosa...

lunes, 6 de julio de 2015
El voto de la dignidad
Luis Hernández Navarro/La Jornada
En Grecia ganó el voto de la dignidad sobre el voto del miedo. Fracasó el intento de las instituciones de dar un golpe de Estado blando contra un gobierno antiausteridad y de humillar al pueblo griego. Este 5 de julio, con la victoria del no, la política de la gente derrotó al chantaje económico.
Como dijo el clásico: fue un triunfo claro, contundente e inobjetable. El no ganó por una diferencia de casi 22 puntos porcentuales y lo hizo en todas las regiones, incluidas las zonas rurales, donde las políticas de la Unión Europea destrozaron la producción agrícola.
Triunfó el no remontando una campaña de temor en la que el Banco Central Europeo cerró la posibilidad de aportar más liquidez a los bancos helenos, forzando el control de capitales y el cierre de entidades financieras.
Ganó el no, al frenar la intentona de la troika de dar un golpe de Estado blando para derrocar el gobierno de Syriza. Como lo denunció el ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, en una entrevista con el diario El Mundo: “todo esto lo tenían preparado desde el principio. Ya hace cinco meses existía un plan para acabar con un gobierno que no aceptaba dejarse chantajear por el establishment europeo”.
Los tiempos están cambiando. El 31 de octubre de 2011 el entonces primer ministro griego, Yorgos Papandreu, intentó someter a referendo la firma del segundo plan de rescate financiero, acompañado de draconianas medidas de austeridad. Los jerarcas europeos, con Angela Merkel y Nicolas Sarkozy a la cabeza, se le fueron al cuello: llamaron a Papandreu a la cumbre que el G-20 realizaba en Cannes y lanzaron un ultimátum: la consulta no podría ser sobre el rescate, sino sobre la pertenencia de Grecia al euro.
El primer ministro se dobló. Un buen número de legisladores de su partido, el socialdemócrata PASOK, lo traicionó y buena parte de la oposición le declaró la guerra. Papandreu retiró el llamado al referendo y dimitió, a pesar de que él iba a pedir que se votara por la aceptación del plan de austeridad. En su lugar se nombró un gobierno de coalición encabezado por el ex banquero Lucas Papademos.
Pero ahora la historia fue diferente. Aunque las instituciones quisieron repetir la medicina que le recetaron a Papandreu y dieron de manotazos en la mesa, Alexis Tsipras sostuvo el referendo, llamó a votar por el no y obtuvo una abrumadora mayoría.
Su posición negociadora es ahora más fuerte. Tiene el respaldo mayoritario de su pueblo, de casi el doble de los que votaron por él en enero de 2015. O, dicho de abajo arriba, la intensa movilización social contra la austeridad que se vive en el país heleno desde las protestas juveniles de diciembre de 2008 cuenta hoy con un primer ministro que la expresa y defiende.
Los griegos hablaron y ahora les toca mover ficha a los representantes de la Europa de los capitales. Algunos de sus representantes más conspicuos se empeñan en hacer realidad sus amenazas y poner a Grecia fuera de la eurozona (lo que se ha bautizado como Grexit). Para ellos, el no griego significa un no a Europa. Ni tardas ni perezozas, las firmas JP Morgan y Credit Suisse expresaron su preocupación por el futuro y señalaron, cada una por su lado, que la posibilidad de que se produzca la Grexit es de 70 y 75 por ciento.
Y, ante el triunfo del no, Georg Fahrenschon, presidente de las cajas de ahorro alemanas (Deutscher Sparkassen und Giroverband), uno de los principales inversores privados en deuda pública europea, dijo que Grecia rompió las reglas del euro y debe abandonar la moneda única.
Pero el primer ministro Tsipras –y con él la mayoría de los griegos– no están de acuerdo con estas afirmaciones. Para él, la realización del referendo nunca tuvo que ver con la permanencia o no de su país en la eurozona. Es más, ni siquiera trató sobre el fin de la política de austeridad. Lo central de la consulta consistió en refrendar o no el reclamo de un descuento de 30 por ciento a la deuda y "un periodo de gracia de 20 años" para pagarla, así como de una política de austeridad distinta. “Europa –dijo Tsipras– no puede ser un camino único que conduce a las políticas de austeridad. El pueblo griego ha respondido que quiere la Europa de la democracia y la justicia.”
Este 5 de julio una nueva historia comienza y su final no está escrito. Para la Europa de los capitales representa un verdadero dolor de cabeza. Los vientos de cambio helénico podrían impulsar la nave de Podemos y sus aliados en los comicios españoles en noviembre de este año, y la del Sinn Fein en Irlanda, el próximo febrero. O podrían contagiar a países como Italia y Portugal, agobiados por sus deudas. Y, si los grandes capitales optan por darle un manotazo al tablero europeo y decir a los griegos que ya no juegan allí, ellos podrían optar por salir de la OTAN y acercarse a Rusia y China.
Por lo pronto, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, comenzó a consultar con los jefes de Estado y de gobierno de los otros 18 países de la eurozona (sin incluir al primer ministro griego) para decidir cuál será la respuesta de la Unión Europea al desafío heleno. Y este lunes celebrará una conferencia telefónica con el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, y el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem.
Hace alrededor de un siglo, el gran poeta heleno Constantino Cavafis anunció en su poema Che Fece...Il Gran Rifiuto que “A algunos hombres les llega un día/en que deben el gran sí o el gran no/decir”. Ese día les llegó a los hombres y mujeres de su patria. Y ellos dijeron un justo y digno no. Y no se arrepienten de haberlo hecho a pesar del miedo, la incertidumbre y las amenazas que padecen. Porque al decir no, preservan, para ellos y para todos nosotros, la frágil flor de la democracia.
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