domingo, 4 de diciembre de 2016
Cripta de guerrillero
Por Daynet Rodríguez Sotomayor
En una cripta sencilla, ejemplar y tremendamente sencilla para una vida que sobrepasó todas las dimensiones, que revolucionó todo un siglo, descansan desde hoy las cenizas de Fidel. Como a los pies del Maestro, yace su hijo pródigo, su mejor alumno, en roca de la Sierra, su nombre en mármol verde olivo, palmas de escolta, símbolos de rebeldía. Muy cerca de otros héroes: mambises y compañeros de lucha en el llano y la montaña. Porque no podía ser de otra manera, porque "toda la gloria del mundo cabe en un grano de maíz". Cripta de guerrillero.
Cuba toda se ha deshecho en estos días en pruebas de amor y dolor: despidiéndolo, abrazándolo. En cada plaza o ciudad, en actos multitudinarios, al pie del camino, asomada en techos o postes de electricidad, en versos, tumultuosa por dentro y por fuera porque las emociones van y vienen en una tristeza que parece no acabar nunca. ¿Cuándo dejaremos de llorar?, me pregujntaba una amiga.
Pero los que se han apresurado en decretar el fin de una era, el tiempo de Fidel, no acaban de comprender de qué estamos hechos los habitantes de esta isla. A los héroes se les recuerda sin llanto, canta la voz de Sara González. Y aunque en este minuto sea tan doloroso cumplir el melódico mandato, los cubanos sabemos que nuestro duelo es una convocatoria a la lucha. También una esperanza, como publicó en un artículo el diario La Jornada. "Su presencia, así como el grito '¡Yo soy Fidel! de cientos de miles, quiere decir 'aquí estamos nuevamente, como en 1962, dispuestos a todo'".
Yo siento ahora mismo un enorme compromiso con ese grito extendido en toda Cuba. #YoSoyFidel pero, ¿cómo ser Fidel? porque Fidel es tantas cosas en uno solo: es revolución, unidad, es socialismo, es internacionalismo, es lealtad al pueblo, es ansia de justicia, es libertad, es un listón muy alto. Es la expresión del Hombre Nuevo que la Revolución soñó y todavía anhela. Creo que Fidel es, sobre todo, un camino. Para ser mejores revolucionarios, que es la única manera de ser Él. Lo decía Raúl anoche en sus ya memorables palabras: "La permanente enseñanza de Fidel es que sí se puede, que el hombre es capaz de sobreponerse a las más duras condiciones(...)". Otra vez lo posible en la imposibilidad, cenizas de ave fénix que renacen en su pueblo, guerrillero en su cripta llamando al combate.
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