martes, 21 de febrero de 2012

Miles protestan en España por violencia policial

Cerca de 2.500 personas han protestado en el centro de Madrid, en solidaridad con los estudiantes valencianos.

Miles de personas protestaron el martes en Valencia contra los recortes presupuestarios en la educación pública y la represión policial de manifestaciones estudiantiles previas.
Estudiantes, y profesores se manifestaron por el centro de Valencia ante una escasa presencia policial, al día siguiente de que 25 personas fueran detenidas tras unas violentas cargas policiales que han despertado la polémica por su dureza.
La difícil situación económica que atraviesan las comunidades autónomas, que tienen transferidas competencias como sanidad y educación y están profundamente endeudadas, ha llevado a que tengan que aplicar profundos recortes a petición del Gobierno central dentro de su plan de austeridad para recortar el déficit.
Bruselas abrió un procedimiento de déficit excesivo a España en 2009 por incumplir el límite de déficit público fijado por la UE en el 3 por ciento del PIB. Hasta 23 de los 27 miembros de la UE tienen expedientes abiertos por este procedimiento, pero Madrid se enfrenta a una sanción de hasta un 0,1 por ciento de su PIB por no recortar su déficit.

La Comunidad Valenciana, una de las más endeudadas de España, ha iniciado varios recortes presupuestarios en partidas como la educación. Hace unas semanas circularon por Internet imágenes de estudiantes de un instituto alicantino asistiendo a clase con mantas, al parecer porque los centros no tendrían presupuesto para calefacción.
En los últimos días se han sucedido varias protestas de estudiantes contra los recortes, que se han saldado con unos 40 detenidos.
El lunes, 25 personas fueron detenidas, según la Policía Nacional en Valencia, seis de ellas menores. De los 19 menores de edad, siete fueron puestos en libertad y 12 pasaron a disposición judicial. Los medios hablaron además de media docena de heridos, e imágenes de Reuters mostraban a manifestantes sangrando.
Fernández Díaz anunció que comparecerá en el Congreso de los Diputados para explicar la actuación policial y ha indicado que entre los estudiantes, que protestaban por los recortes entre los que se incluyen la falta de calefacción, había "radicales" y "violentos infiltrados" que son los que están creando los problemas.
"ENEMIGOS"
La especial dureza policial registrada el lunes desató las críticas de líderes políticos y encendió las redes sociales en Internet, donde se propagaban vídeos de la actuación de los antidisturbios y se repitieron unas declaraciones del jefe de policía de Valencia calificando a los estudiantes de "enemigos".
En declaraciones el lunes por la mañana, el ministro del Interior, consideró desafortunados los comentarios del responsable policial y dijo que en la carga policial se podría haber producido "algún exceso" o alguna "actuación desproporcionada". Además, señaló que se estudiarían los casos y se actuaría en consecuencia, si bien defendió la carga policial.
"Errar es de humanos", señaló el ministro en declaraciones a Catalunya Ràdio sobre los comentarios del jefe policial valenciano Antonio Moreno, del que dijo "entender lo que quería decir" pero que no lo hizo "de la manera más afortunada".
Antonio Moreno contestó a una pregunta de cuántos efectivos se habían desplegado para sofocar la protesta diciendo: "No voy a proporcionar esa información al enemigo".
El lema "yo también soy el enemigo" fue uno de los coreados por los manifestantes en la manifestación del martes, que pasó cerca del Ayuntamiento, de la comisaria de policía y de la sede del Partido Popular, que gobierna cómodamente tanto la Comunidad como el Ayuntamiento. También se pidió la dimisión de la delegada de Gobierno en Valencia, Paula Sánchez de León, que ha ordenado una investigación sobre la carga policial.
El Sindicato de Estudiantes denunció en un comunicado una "salvaje represión policial" y anunció más protestas para los próximos días. En lugares como Madrid y Barcelona hubo concentraciones en solidaridad con los estudiantes valencianos.
REUTERS

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