viernes, 30 de septiembre de 2011

De Barcelona, las papas, los médicos cubanos y la solidaridad

Médicos cubanos en Honduras

Daynet Rodríguez Sotomayor

Hoy traigo a mi blog dos notas, aparentemente distantes desde lo geográfico, pero bien relacionadas entre sí.

La primera: Un grupo de médicos del Hospital de Bellvitge de L'Hospitalet, Barcelona (España), ha presentado una iniciativa para reducir las listas de espera de los enfermos oncológicos. Se han ofrecido a operar gratis y fuera de su horario laboral, pero la instalación médica se opone, reporta el diario Rusia Today.

Los galenos, ante las largas listas -una consecuencia de los recortes en los servicios sanitarios-, y conscientes de que una espera en los enfermos de cáncer puede costar la vida, se han sensibilizado con sus pacientes. Sin embargo, el hospital lo ha negado aduciendo los recursos materiales que requiere una operación quirúrgica: "materiales, fármacos y servicio de apoyo".

El hecho pudiera parecer aislado, pero es la constante en un sistema que ha convertido el derecho a la salud, como el derecho a la vida, en una mercancía. Pueden existir no uno, sino miles de médicos dispuestos a donar su tiempo y su saber, estoy segura que los hay, pero las sociedades de consumo, capitalistas, no están diseñadas para regalar nada, menos algo tan caro como la medicina; ni para sucumbir ante la voluntad solidaria de unos pocos. ¿En dónde esa utopía puede hacerse realidad?

Papas por médicos

Desde Canadá llega el otro reporte, a través de la agencia EFE. La provincia de la Isla del Príncipe Eduardo (IPE) está interesada en hacer un intercambio comercial con Cuba: sus famosas papas (patatas) por médicos cubanos que alivien los problemas del sistema de salud provincial.



Se trata de una propuesta de Jason MacGregor, candidato del Island Party en las elecciones provinciales del próximo 3 de octubre, replicadas por el diario The Toronto Star.

Tras la proposición se intenta acuñar una de las calumnias más recurrentes en los últimos tiempos: que los médicos cubanos son mercancías, pero revela el deterioro del sistema canadiense de salud, uno de los mejores del mundo.

Porque Canadá ha presumido siempre de una cobertura médica total y gratuita, ciertamente avalada por la OMS y otros organismos internacionales, así que muy mal deben andar las cosas para que un candidato reconozca públicamente que los médicos cubanos solucionarían la escasez de doctores en las zonas rurales de la provincia. ¿Una isla comunista y maldita, ayudando a una potencia económica como Canadá, que ocupa además, el quinto puesto en el Índice de Derecho Humano (IDH) y el sexto en el Índice de Desarrollo Sostenible? Más que una broma, es un reconocimiento. Porque solo los médicos cubanos, y la solidaridad de la Isla, han llegado hasta los más intrincados parajes de los países que los reciben. Allí donde no han ido los nacionales, han estado los cubanos. No van por libre albedrío, sino como expresión de la voluntad política de un estado socialista, el único capaz de hacer realidad el sueño de Salud para todos. Incluso Fidel ha ofrecido, en más de una ocasión y luego del impacto del Katrina, ayuda a los lugares más pobres de Estados Unidos. Nada de extraño habría, entonces, en que fuéramos solidarios con los necesitados canadienses.

1 comentario: