Por Daynet R.S
Regreso al blog, después de unos días fuera, con la agradable noticia de la victoria del presidente de Bolivia, Evo Morales, en las elecciones para un segundo mandato. Evo ganó con un 63 por ciento de los votos, una abrumadora mayoría.
Un reconocido analista político de ese país, Hugo Moldiz, apuntaba que los sufragios de este domingo marcan al menos tres hitos importantísimos en la historia boliviana:
(a) es el primer presidente democráticamente reelecto en dos términos sucesivos;
(b) es el primero, además, en mejorar el porcentaje de votos con que fue electo la primera vez (53.7 %); y,
(c) es el primero en obtener una abrumadora representación en la Asamblea Legislativa Plurinacional.
Un récord nada desechable para una de las naciones más convulsas políticamente de la región en los últimos tiempos, como bien apuntaba Moldiz. Pero más allá del récord, el hecho de que el Movimiento al Socialismo (MAS) controle el Senado, una instancia hasta ahora hostil a todos los proyectos presidenciales, es uno de los puntos más sobresalientes de la victoria dominical, ya que podría convertirse, al fin, en una plataforma de apoyo para este segundo mandato.
Casi todos los sondeos previos daban como ganador a Evo, ¿pero, cómo fue posible este abrumador triunfo, en medio de tantas campañas para ridiculizarlo y de los innumerables intentos de la oposición para dividir el país? La mayoría coincide en que la principal razón es que el líder no ha defraudado y ha resuelto algunos problemas fundamentales, y ancestrales... como el analfabetismo. Y por eso contó con el respaldo del pueblo. Pero entre las razones habría que agregar su disposición al diálogo, su energía en momentos cruciales, y su inteligencia para ir fortaleciendo las organizaciones políticas de base que ahora lo apoyaron.
Evo conoce mejor que nadie las desdichas de los bolivianos, y por eso mismo, está consciente de que hay mucho por hacer todavía, que esto es solo un alto en el camino, un segundo respiro. Tras conocerse el resultado, en una de sus primeras comparecencias públicas, dijo: "Tenemos la enorme responsabilidad de acelerar, de profundizar este proceso de cambios". La Bolivia profunda todavía tiene demasiadas deudas pendientes...
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