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martes, 16 de junio de 2015

Ecuador: el asedio de turno



Por Daynet Rodríguez Sotomayor


¿Será que la derecha continental es incansable? Es la pregunta que me hago ante los más recientes acontecimientos de Ecuador. En sus anhelos por recuperar los espacios perdidos frente a las alternativas populares y democráticas que han ido surgiendo en América Latina, ha recurrido a todo tipo de estrategias, casi siempre combinadas: golpe suave, golpe duro, guerra económica, guerra mediática. Ahora, tras los intentos fallidos en Venezuela y Bolivia, la Revolución Ciudadana de Ecuador, que lidera el presidente Rafael Correa, parece ser el tiro al blanco de turno.

Con la excusa de la eventual promulgación de una Ley de Herencia, y aprovechando la asistencia de Correa a la Cumbre Celac-UE en Bruselas, los poderes económicos y mediáticos han desatado una guerra sicológica con la matriz de opinión de una supuesta afectación de las clases populares y media, pero cuyo objetivo real es el derrocamiento del gobierno ecuatoriano.

Para entender un poco el fenómeno, la Ley de Herencia es una propuesta de un nuevo impuesto a las herencias impulsada por el Ejecutivo y que busca, esencialmente, redistribuir la riqueza. Se trata de una actualización al cálculo de impuestos, que en el país andino no se hacía desde 1927, cuando entró en vigor la norma que actualmente los regula, y contempla mecanismos para evitar la evasión fiscal.

“La propuesta de Ley de Herencias no afectará a los pequeños patrimonios familiares o de la economía popular y solidaria, sino que busca democratizar la propiedad en Ecuador”, ha dicho el presidente Correa.

Y ha insistido además, en que la nueva Ley no tiene un fin recaudador y solo afectará a menos del 2% del total de la población.

Sin embargo, ha sido el pretexto ideal para generar el clima de desestabilización en las calles contra el Gobierno de la Revolución Ciudadana, atizado por el persistente bombardeo mediático.

Si se buscan las páginas de opinión de los principales diarios ecuatorianos, como El Comercio y La Hora, se encontrará más de un editorial que intenta legitimar "el descontento social expresado en las calles", y minimizar la denuncia gubernamental de una estrategia concertada de la derecha nacional e internacional para derrocarlo.

El tratamiento mediático va desde el análisis de conceptos como Tiranía, y la invitación a que se busquen paralelos con la hora actual ecuatoriana, melodramas de lo que se vive en las protestas y que tiran de resortes sentimentales, hasta la criminalización de las contramarchas, a las que se acusa de no ser "una forma de ejercicio de un derecho ciudadano a salir a las calles, sino una nueva y perversa forma de represión".

Entre toda esa avalancha es bueno encontrar una opinión disidente. El Telégrado en su editorial de hoy ¿Cómo se redistribuye la riqueza en un país desigual?, apunta en el centro de la cuestión: "Han ganado mucha plata y acusan al Gobierno de comunista. Lucen sus mejores prendas y hablan de un supuesto empobrecimiento. Son los mismos que en 1999 movilizaron a ciertas autoridades porque no querían que sus bancos sean cerrados, intervenidos o, por lo menos, regulados por el Estado tras el uso indebido del dinero de los ahorristas. En definitiva, son todos aquellos que sienten que su riqueza es intocable, por más que se la construya en un marco social de desigualdades, inequidades y pobreza".

Y agrega El Telégrafo: "las élites económicas ecuatorianas, además de eso, nos quieren hacer sentir culpables de su situación, de su supuesto empobrecimiento. Por lo visto, nos involucran en el drama del que es culpable un modelo político que intenta redistribuir la riqueza, acabar con esa brecha enorme entre ricos y pobres, para construir una sociedad de propietarios y no solo de grupos minúsculos de empresarios y una gran masa de empleados y desempleados. Para ello aluden a valores como la familia y la heredad y olvidan que si hubiesen pensado en las familias no tendríamos esa masa de exiliados que provocó el feriado bancario y la crisis financiera de la década del noventa".

Por ahora, la Revolución Ciudadana, con Rafael Correa al frente, continúa defendiéndose: al regreso del presidente desde Bruselas se han convocado grandes contramarchas, esas mismas que tanto teme la oposición, mientras en las redes sociales la etiqueta  #YoDefiendoMiRevolución cobra cada vez más presencia.

Y el contexto latinoamericano ya no es el mismo. Por ejemplo, este propio lunes la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) advirtió que dicha organización "se opondrá firmemente a los actos de violencia que se han producido recientemente en Ecuador, convocados por grupos oligarcas, políticos de la extrema derecha y élites de los grandes medios de comunicación", que intentan desestabilizar el Gobierno de Rafael Correa.

De su parte, la contrarrevolución ecuatoriana no se conforma con la derrota del 30 de septiembre de 2010 y ha demostrado que no aceptará convivir en democracia con un gobierno que afecta directamente sus intereses y busca redistribuir la riqueza para las grandes mayorías.

La tradicional pelea de clases en una revolución, en pleno siglo XXI, sigue servida.

jueves, 22 de mayo de 2014

EE.UU.: Más de 100 detenidos en protestas contra McDonald's (+ FOTOS)




La Policía de EE.UU. ha detenido a más de 100 manifestantes que protestaban en la sede corporativa de McDonald's cerca de Chicago para exigir un mejor sueldo y el derecho a la sindicalización.

Esta última protesta contra el mayor operador de restaurantes de comida rápida del mundo se produjo un día antes de que tenga lugar la reunión anual de accionistas, donde participará el director ejecutivo, Don Thompson, que obtuvo una remuneración total de 9,5 millones de dólares en 2013. 



Jessica Davis, de 25 años de edad, lamenta que Thompson gane millones sobre las espaldas de las personas que trabajan tanto para mantener a sus familias. "Tenemos que mostrar a McDonald's que vamos en serio y que no vamos a dar marcha atrás", declaró a Reuters una joven que trabaja en un McDonald's de Chicago y gana 8.98 dólares por hora. 

"Es hora de que McDonald's deje de fingir que no puede aumentar los sueldos para las personas que hacen y sirven su comida", había declarado antes de ser detenida Mary Kay Henry, presidenta de la Unión Internacional de Empleados de Servicios, que tiene más de dos millones de afiliados. El sindicato ha ofrecido apoyo financiero y organizativo a las protestas, que comenzaron a finales del 2012 en Nueva York y se han ampliado a otras ciudades y países. 



Este tipo de manifestaciones ha ayudado a impulsar un debate nacional sobre la desigualdad salarial en un momento en que muchos estadounidenses de bajos ingresos están teniendo serios problemas económicos. El pasado 15 de mayo se declaró el día mundial de solidaridad con los trabajadores de los locales de comida rápida en 150 ciudades de EE.UU. y en otros 33 países con el objetivo de ayudar a los empleados del sector a conseguir un aumento salarial.

RT





martes, 4 de octubre de 2011

#OccupyWallStreet: la protesta ignorada (+ Video)


Daynet Rodríguez Sotomayor

#OccupyWallStreet, hasta ahora, es una protesta ignorada. Mientras la Indignación se extiende por varias de las más importantes ciudades norteamericanas, los grandes medios insisten en ignorar el movimiento y han silenciado de sus agendas informativas la noticia.

Los mismos diarios y televisoras que, alegre y activamente, difundieron el día a día de la Primavera Árabe no quieren de ninguna manera darse por enterado de lo que sucede en sus propias narices, en el Invierno norteamericano.

Y es que los medios, que también son del Capital, han entendido a la perfección que la protesta, dirigida contra el corazón financiero del capitalismo, contra Wall Street como el símbolo de la crisis, podría ser la chispa que prendiera una revolución social. ¿La opción?: la censura. ¿Cuánto tiempo más podrán sostenerla? Hasta que el movimiento se convierta en una marea incontenible.

A pesar del silencio, cientos de ciudadanos continúan sumándose: jóvenes, veteranos de los cuerpos de infantes de marina, activistas sociales... en ciudades como Los Ángeles, Chicago, Boston, St. Louis y Kansas City.

Y dentro de poco podrían ser muchos más; la agobiada sociedad norteamericana tiene suficiente caldo de cultivo en los 14 millones de desempleados y los 40 millones que viven bajo el índice de pobreza.
"Como la primavera árabe este es un otoño, es el invierno del capitalismo. Cada día se une más gente. El sistema no funciona, un sistema con miles de casas vacías. Es el comienzo de revolución en Estados Unidos”, dijo Michael Martínez, manifestante y miembro del partido "Mundo obrero", en Los Ángeles.

"El gobierno de EE. UU. habla sobre la democracia a lo largo y ancho de todo el mundo y al mismo tiempo bombardea a personas en muchos países. Y aquí, en casa, no permiten a las personas estar involucradas en protestas democráticas, en manifestaciones contra la dominación de Wall Street. Y estas protestas representan los intereses de la mayoría absoluta de los estadounidenses. Las últimas encuestas muestran que el 75 de la población apoya estas manifestaciones”, destacó a las agencias Sara Flounders, cofundadora del centro de acción internacional.

Según John Reig, asistente a las protestas en Nueva York, los medios "están más preocupados de lavarle el cerebro a la gente con programas deportivos y de variedad. Y cualquier cosa que sirva para distraer al público de los principales asuntos. Ahora mismo, esto es lo importante”.

Mientras el destino del 99% por ciento de los norteamericanos, los que no integran las elites de poder, están en manos de los políticos y los banqueros, los inquilinos de Wall Street siguen enriqueciéndose, con la complicidad de los medios de "desinformación".

Para los manifestantes, “lo que está sucediendo allí no es un misterio para los norteamericanos. En EE. UU. hay un claro sentimiento de que el poder de Wall Street está fuera de control y que ellos son responsables los sufrimientos que padece nuestra economía. Y creo que particularmente los jóvenes sienten que en el futuro tendrán que pagar por los grandes sueldos y los bonos que reciben ahora los ejecutivos de Wall Street".

miércoles, 20 de mayo de 2009


Marcha anti-G8 en Turín. La protesta contra la cumbre del G-8 de Universidades que se celebra en la ciudad italiana de Turín (norte) derivó ayer en un duro enfrentamiento entre los estudiantes que se manifestaban y la policía italiana. Leer la nota...