martes, 23 de septiembre de 2014

¿Son las vacas las culpables del cambio climático? (+ INFOGRAFÍA)


Daynet Rodríguez Sotomayor



Mientras los líderes mundiales comienzan a llegar a la ONU para la cumbre global sobre el cambio climático y cientos de miles de personas marcharon este domingo en 2.808 ciudades para pedir medidas urgentes, un audiovisual sobre el tema suscitó polémica y llamó la atención de redes sociales y medios de prensa.

En un video difundido a través de Youtube, el famoso exbeatle Paul McCartney pidió "hacerse vegetariano por un día y no comer carne los lunes", lo que en nuestro sitio web inmediatamente comenzó a generar comentarios, algunos indignados, de los lectores. ¿Se volvió loco el músico?

El contexto de esta petición es un estudio reciente que asegura que "el ganado vacuno demanda veintiocho veces más tierra y once veces más irrigación que los porcinos y las aves, y su carne es diez veces más costosa al ambiente".

Según la investigación, publicada por Proceedings of the National Academy of Sciences y replicada por Cubasí el pasado mes de julio, este tipo de ganado emite “cinco veces más gases y consume seis veces más nitrógeno que la producción de huevos o carne de aves”.

Teniendo en cuenta esos datos y muy, muy sensibilizados con el tema de la contaminación ambiental, podría entenderse un poco la petición del exbeatle. Pero inmediatamente me asaltan varias preguntas: ¿Son las vacas las culpables, las mayores culpables, del cambio climático? ¿Dónde queda la emisión de gases tóxicos de fábricas, industrias altamente contaminantes como la petrolera, o la circulación diaria de millones de carros en todo el mundo? ¿Tienen las vacas responsabilidad en que se haya avanzado muy poco, a pesar del acuerdo de los gobiernos sobre la necesidad de reducir las emisiones para limitar el aumento de la temperatura mundial a menos de 2°C, que se adoptó en la Cumbre de Cancún en 2010?

Igualmente una se cuestiona qué tienen que ver los vacunos con la deuda climática de las naciones industrializadas, que por siglos han saturado la atmósfera de gases de efecto invernadero, y que es varias veces mayor a la de los países en vías de desarrollo. ¿Debemos pagar justos por pecadores?

En ese sentido, tampoco es moral pedirle a quienes han padecido una dieta vegetariana obligada: los millones de hambrientos en el llamado Tercer Mundo, y hasta los 40 millones de pobres que tiene en su seno  EE.UU., que no coman carne, aunque sea por un día.

En fin. No creo que las vacas puedan tener todas las culpas sobre sí, y mucho menos deben pagar porque las naciones desarrolladas incumplen año tras año con el objetivos de reducir sus emisiones a la atmósfera y se nieguen, además, a transferir tecnologías más limpias hacia los países en vías de desarrollo para sanear sus economías.

Pero en algo sí concuerdo con esta petición: los patrones consumistas (ojo que no hablo de consumo) de la humanidad deben cambiar. Mientras el hombre siga depredando la naturaleza a ritmos que le impiden regenerarse, y mientras haya un sistema de distribución desigual de los recursos, que favorecen a unos pocos y perjudican a las mayorías, el futuro de la humanidad se seguirá viendo comprometido. Y los efectos del cambio climático no van a distinguir entre quienes han contaminado más o menos. Por eso, en la cruzada por defender la capa de ozono, espero se sigan sumando voces sensibles. Pero no contra objetivos tan elementales como las vacas. ¿Se atrevería Ringo Starr, por ejemplo, a pedir un día sin circulación de automóviles en todas las grandes ciudades del mundo? Eso sí sería un perfecto tiro al blanco.

Publicado en Cubasi.cu



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