BRATISLAVA.— La trata y el tráfico de hombres para convertirlos en trabajadores esclavos se agrava en los países más pobres de Europa oriental, según un reporte de la agencia IPS.
Cada vez son más los hombres víctimas de tratantes y traficantes. A diferencia de las mujeres que terminan prostituyéndose, los varones son obligados a realizar trabajos forzados y se convierten en virtuales esclavos de organizaciones delictivas.
Se estima que cientos de miles de hombres padecen esa situación. En los países pobres de Europa oriental algunos de ellos sufren lo peor de lo que organizaciones especializadas consideran un "problema creciente en el mundo".
La trata tiene el propósito de explotar a la víctima, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). No necesariamente implica el cruce de fronteras nacionales. Aunque a veces incluye el tráfico de migrantes, pues supone el ingreso ilegal a cierto país de personas extranjeras para someterlas a trabajos forzados.
"La idea generalizada es que las víctimas son mujeres vulnerables obligadas a prostituirse y convertirse en esclavas sexuales. La gente no piensa que es un problema mucho más amplio y que también afecta a una considerable cantidad de hombres", dijo a IPS Jean-Philippe Chauzy, jefe de prensa e información de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
"El tráfico y la trata de personas se han vuelto un negocio internacional multimillonario. Se estima que millones de personas caen en manos de redes criminales todos los años, y los hombres constituyen una importante proporción", según la OIM.
Una pequeña parte es obligada a convertirse en esclavos sexuales, según el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). Pero la mayoría realizan trabajos forzados en condiciones atroces, por más de 14 horas al día por un salario ínfimo y por lo general en el sector de la construcción.
Cada vez son más los hombres víctimas de tratantes y traficantes. A diferencia de las mujeres que terminan prostituyéndose, los varones son obligados a realizar trabajos forzados y se convierten en virtuales esclavos de organizaciones delictivas.
Se estima que cientos de miles de hombres padecen esa situación. En los países pobres de Europa oriental algunos de ellos sufren lo peor de lo que organizaciones especializadas consideran un "problema creciente en el mundo".
La trata tiene el propósito de explotar a la víctima, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). No necesariamente implica el cruce de fronteras nacionales. Aunque a veces incluye el tráfico de migrantes, pues supone el ingreso ilegal a cierto país de personas extranjeras para someterlas a trabajos forzados.
"La idea generalizada es que las víctimas son mujeres vulnerables obligadas a prostituirse y convertirse en esclavas sexuales. La gente no piensa que es un problema mucho más amplio y que también afecta a una considerable cantidad de hombres", dijo a IPS Jean-Philippe Chauzy, jefe de prensa e información de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
"El tráfico y la trata de personas se han vuelto un negocio internacional multimillonario. Se estima que millones de personas caen en manos de redes criminales todos los años, y los hombres constituyen una importante proporción", según la OIM.
Una pequeña parte es obligada a convertirse en esclavos sexuales, según el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). Pero la mayoría realizan trabajos forzados en condiciones atroces, por más de 14 horas al día por un salario ínfimo y por lo general en el sector de la construcción.
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