Honduras ameneció este miércoles bajo un nuevo toque de queda después de una jornada de violencia en demanda del regreso al país del mandatario Manuel Zelaya, se conoció en México.
Centenares de simpatizantes de Zelaya caminaron una semana para llegar a Tegucigalpa y congregarse en el céntrico bulevar Juan Pablo II, en donde escucharon y aplaudieron encendidos discursos para demandar el retorno de Zelaya, destituido del poder el último 28 de junio.
La multitud coreó consignas de repudio al gobierno de facto de Roberto Micheletti.
Cerca de la casa presidencial fueron quemados neumáticos y casi al término de la concentración, varios de los manifestantes incendiaron un autobús de transporte público.
En declaraciones captadas en México, el ministro de Información, René Zepeda, dijo que el gobierno restituyó el toque de queda, que elimina ciertas garantías constitucionales entre las 10 de la noche y las 5 de la mañana. Durante semanas después del golpe las autoridades instauradas en el poder han limitado las libertades y ejercido control sobre algunos medios críticos.
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