El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, inició hoy su mandato constitucional hasta el 2013 con la voluntad expresa de profundizar la Revolución Ciudadana y la prioridad a favor de los pobres, los jóvenes y los pueblos ancestrales.
Correa pronunció un vibrante e improvisado discurso al concluir la ceremonia protocolar en el salón plenario de la Asamblea Nacional, en presencia de los Jefes de Estado participantes en la Cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
El mandatario de 46 años, con 31 meses como gobernante luego de un amplio triunfo popular en las elecciones de noviembre de 2006, inicia en la fecha del Bicentenario de la Independencia de Ecuador, una nueva etapa de cuatro años ganada en las urnas en abril pasado.
Al referirse a la política internacional de su gobierno, Correa destacó el apoyo brindado en la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) a la derogación de la infame resolución que excluyó a Cuba en 1962 y pidió al presidente cubano Raúl Castro trasladar un abrazo al líder Fidel Castro y a todo el pueblo de la isla.
De igual forma, reiteró la exigencia de que los usurpadores del poder en Honduras sean expulsados y juzgados, para reinstalar en su cargo al legítimo presidente constitucional, Manuel Zelaya, presente en el hemiciclo.
Hace pocos días abandonó el suelo ecuatoriano el último soldado extranjero que se encontraba en nuestro territorio, señaló Correa en referencia a la base estadounidense de Manta, y de ese modo -agregó- recuperamos la soberanía territorial que gobiernos entreguistas cedieron en el pasado.
Criticó duramente la decisión colombiana de permitir la instalación en su territorio de siete bases militares con efectivos de Estados Unidos y dijo que ojalá eso no estimule la política guerrerista del gobierno de Bogotá y sirvan no para combatir al narcotráfico sino a los gobiernos progresistas de la región.
Este es un hecho que afecta a todos los países del área, enfatizó, y afirmó que los problemas de narcotráfico y narcopolítica no están en Ecuador sino en Colombia, quien descuida su frontera con sólo tres mil efectivos y obliga a este país a mantener movilizados 10 mil soldados allí para defender su soberanía.
En otro momento de su discurso fustigó a la larga y triste noche neoliberal en su país y dijo que éste ya puede considerarse liberado de la esclavización laboral y que el actual concepto de salario mínimo habrá que modificarlo por el de salarios justos y dignos.
Correa se presentará esta tarde en un acto masivo en el Estadio Olímpico convocado por su Movimiento Alianza País, en el cual adelantó reiterará su decisión de no claudicar ante los ataques de lo que llamó poderes fácticos de la oligarquía en su defensa de los intereses populares.
PL
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