Por Jorge Legañoa Alonso
Los golpistas de Goriletti enviados a los Estados Unidos para hacer “lobby” y convencer a los “amos” —no sabemos si con ofrendas en oro, maderas preciosas o un buen racimo de bananas del patio— de sus buenas intenciones, garantizar su lealtad y servilismo al imperialismo y sobre todo para convencer que en Honduras no ha habido un golpe de Estado sino una “sucesión forzada”.
Como denunciaba la periodista Eva Golinger hace unas horas la delegación golpista de Goriletti entró a Estados Unidos por la puerta ancha, respaldada por el abuelito McCain, jefecito de la junta directiva del Instituto Republicano Internacional, (IRI), brazo internacional del Partido Republicano de Estados Unidos, y uno de los cuatro "grupos clave" de la National Endowment for Democracy (NED, Fundación Nacional para la Democracia), la misma institución para la cual la “loba feroz” pedía quitarle “money” a la OEA de sus fondos para dárselo a la NED, en claro mensaje: el que no esté conmigo, no tiene dinero del tío Sam.
Recordemos brevemente que el IRI tuvo un papel fundamental en el golpe de Estado en abril del 2002 contra el Presidente Hugo Chávez en Venezuela, financiando, asesorando y luego aplaudiendo a los grupos y actores involucrados. Durante el último año, el IRI ha estado trabajando en Honduras con fondos de la NED por encima de 1,2 millones de dólares, para influir en los partidos políticos y "apoyar iniciativas para implementar posiciones políticas durante las campañas del 2009”. Cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia. Todo parece indicar que donde hay IRI… no hay fantasmas, hay golpe de Estado.
Pero bien, para los que no conocen como funciona el tema del “lobby” en los Estados Unidos una pequeña aclaración: si usted quiere lograr cualquier “ayuda” en ese país de los poderosos, búsquese una empresa que se dedique al “lobbismo” y todo está resuelto, ellos emboscan, comprometen, negocian —sobornan—, dan prebendas, hacen marketing político y muchas otras cosas según el cliente y sus intereses.
Eso sí, “lobbismo” es sinónimo de presión y mucho dinero por debajo del telón. Así funciona, como la maquinaria exacta de un reloj y ese es el objetivo que buscan los embajadores golpistas en Washington que desde la “big” prensa norteamericana se legitime su posición y que desde el Congreso se genere un movimiento que termine en la aprobación de algún recurso legal que presione al gobierno del presidente Obama a cambiar su posición —hasta ahora tibia— respecto al golpe de Estado en Honduras.
En el Congreso se comienzan a sentir las acciones a favor de los golpistas. El senador republicano conservador Jim De Mint, quien defiende el golpe como acción para rescatar la democracia en Honduras cuestionó la posición del gobierno norteamericano en una audiencia pública del Comité de Relaciones Exteriores del Senado para la ratificación de Arturo Valenzuela, como secretario adjunto de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental.
Ni siquiera Valenzuela se ha creído el cuento de los golpistas, al señalar en el interrogatorio de los senadores: “Creemos que hubo un golpe; no fue legal. Tenemos que enviar una señal muy fuerte… de que esto es inaceptable.”
El “lobby” tiene un entramado que pudiera parecer cosa de Spielberg, ese trabajo “face to face” es bien efectivo. Luego de que el ex presidente hondureño Ricardo Maduro, uno de los integrantes de la delegación, sostuviera este miércoles una “reunión informativa” —léase adoctrinamiento golpista— con 12 miembros de la Cámara de Representantes, uno de los participantes, el republicano por Georgia Lynn A. Westmoreland, subrayó:
“Ha sido de mucha ayuda escuchar al ex presidente y al embajador para comprender lo que está pasando en Honduras. Ha sido ilustrativo enterarse que esta constitución aprobada en 1982 tiene provisiones específicas sobre el mandato presidencial”.
El colmo del desatino y la mentira la puso en ese encuentro Jaime Daremblum, ex embajador de Costa Rica ante la Casa Blanca. Cuando un legislador preguntó qué creían de la forma en que intervino la OEA en la crisis, con la suspensión de Honduras, Daremblum dijo que su secretario general, José Miguel Insulza, era “un allegado” del presidente venezolano Hugo Chávez. Una frase para la historia. Sin más comentarios.
A tal punto llegó la conjura siguiendo el guión golpista que en las declaraciones, el republicano de marras sentenció: “fue de mucha ayuda también entender que éste no ha sido un golpe militar más, sino que ha habido acciones de quienes tienen la misión de hacer cumplir las leyes de no asumir sus responsabilidades”.
Ésta ha sido la segunda vez en dos días que Maduro —acompañado por su entrañable y vieja amiga Ileana Ros-Lehtinen— ha estado en los pasillos del Congreso haciendo “lobbismo” sobre los enrevesados “detalles legales” con que intentan justificar el secuestro de Zelaya por soldados.
El resto de la comitiva golpista es pura oligarquía: Felícito Ávila, ex sindicalista que colgó los guantes y ahora pinta como candidato presidencial del Partido Demócrata Cristiano de Honduras (PDCH), el ex fiscal general Leónidas Rosa Bautista y diputados traidores de su pueblo y empresarios que respaldan al gobierno golpista. Todo un coro con la misma canción imperial.
Lo que no reseñan los cables son las justificaciones de quienes integran esta mal llamada delegación para la supresión de las garantías constitucionales, la libertad de prensa, la libre determinación de ese pueblo, la represión, la muerte de ciudadanos en las calles, entre muchas otras goriladas que se han cometido por estos días.
Pero volviendo a los oscuros hilos que mueven la política norteamericana veamos cómo salió a la luz pública la famosa nota de prensa, anunciando la “visita” de los golpistas a Washington. Fue enviada por The Comac Group, un bufete de lobby en Washington especializado en estos temas.
Los principales clientes de esta consultora son grandes multinacionales, como AT&T, DirecTV, Time Warner, National Football League (NFL) y la empresa Bacardi USA, dirigida por la mafia anti-cubana en Miami. El fundador de The Comac Group, John W. Timmons, fue abogado del senador John McCain y el director legislativo encargado de la agenda comercial del presidente del IRI. En resumen, Dios los cría y el Diablo le da consejos.
Pero no todo ha sido color de rosa para los “lobbistas” hondureños en Washington. En su primera rueda de prensa, manifestantes interrumpieron con una pancarta contra el golpe de Estado y gritos de “fuera golpistas” y “Mel amigo el pueblo está contigo”, como para que no se olviden que en Honduras, un pueblo protesta pacíficamente para que regrese a su puesto el legítimamente electo presidente Manuel Zelaya Rosales.
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