La típica secuencia de filmes del oeste en que los contrarios se baten a tiros en un bar podría tornarse más común de lo deseado en el estado norteamericano de Arizona.
El gobernador Jan Brewer firmó una ley para permitir a las personas con licencia la tenencia de armas en bares y restaurantes que sirven alcohol.
Los propietarios que se nieguen a aceptar la medida deberán colocar un cartel de prohibición en un lugar visible, cerca de la licencia para expender licores.
Quienes violen la voluntad de los dueños del local serán castigados con 30 días de cárcel y multas de hasta 500 dólares, sin embargo, la ley les concede posibilidades de salir impunes.
Detractores de la disposición indican que la mezcla de alcohol con armamento produce una combinación peligrosa y podría aumentar los índices de violencia.
Sin embargo, la Asociación Nacional del Rifle logró imponerse con el argumento de que los norteamericanos también necesitan defenderse en los establecimientos donde venden licores.
La constitución estadounidense establece el derecho a portar armas, y los promotores de dichos artefactos han logrado que se interprete lo escrito según sus intereses.
De esa forma, algunos estados permiten la tenencia hasta en lugares de esparcimiento o de estudio, como los parques nacionales o los colegios universitarios.
Especialistas señalan que la alta tasa de criminalidad experimentada por el país se debe a tales facilidades, tal como enseñan las películas.
PL
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