martes, 29 de septiembre de 2009
Perfectas irreales
Alfonso Daniels/BBC Mundo
¿Cuándo fue la última vez que vio una foto de alguna modelo en la que no pareciera perfecta, sin arrugas ni otras imperfecciones?
Legiones de retocadores gráficos con sencillos programas de ordenador como PhotoShop se encargan cada día de que usted no encuentre ninguna, pero ahora el Reino Unido y Francia están considerando poner coto a esta práctica.
Temen que sobre todo los jóvenes que ven estas fotos de modelos perfectas –aunque irreales– se sientan mal consigo mismos, provocando casos de bulimia y anorexia.
La semana pasada, la diputada francesa Velérie Boyer, que pertenece al partido del presidente Nicolas Sarkozy, presentó una propuesta de ley que haría obligatorio advertir sobre la utilización de Photoshop, imponiendo multas de US$50.000 a los infractores.
“Estas fotos pueden hacer que la gente crea en realidades que muchas veces no existen”, dijo Boyer al presentar su propuesta, añadiendo que imágenes como ésas estaban minando la capacidad de mujeres jóvenes de determinar su propio destino.
Por su parte, los legisladores británicos están considerando prohibir los arreglos en anuncios protagonizados por menores de 16 años.
“En la industria nadie se cuestiona hacer retoques, hasta hay gente que sólo se dedica a eso, corregir gestos, eliminar arrugas”, afirmó a BBC Mundo Manuel Vázquez, fotógrafo que participó en diversas campañas de publicidad en España.
“Esto ocurre desde antes de la era digital, pero ahora con más medios la presión para conseguir el gesto perfecto es aún mayor, diría que el 97% de la publicidad está retocada”, sentenció.
Ejemplos mil
Los ejemplos de manipulación de fotos abundan. Hace dos años, la revista Paris Match borró los “michelines” de Sarkozy, fotografiado en bañador durante unas vacaciones.
Otra publicación francesa, esta vez el diario Le Figaro, se vio salpicado en un escándalo al borrarle un deslumbrante anillo que portaba la entonces ministra de Justicia, Rachida Dati, dato revelado por el semanario L’Express.
Por no hablar de casos de actores famosos, como la actriz británica Keira Knightley cuyos pechos aumentaron por arte de magia en el cartel promocional de la película El rey Arturo.
Y la también actriz Kate Winslet quien figuró con una talla mucho menor en la portada de la revista GQ.
Algunos de estos retoques han ido más allá de la estética y han provocado incidentes internacionales, como la exclusión de un hombre negro en un anuncio reciente de Microsoft cuando fue publicado en Polonia.
¿Nueva era?
Tal es la abundancia de casos como estos que el sitio de internet feminista Jezebel creó una especie de vigilante de Photoshop que actualiza continuamente una sección llamada “Photoshop de los Horrores”.
Pero existen indicios de que los tiempos están cambiando, no sólo por las propuestas legislativas en Francia y el Reino Unido.
La revista American Glamour hace poco publicó una fotografía de la modelo de talla grande Lizzie Miller tal como es en la realidad y se sorprendieron ante la reacción positiva que generó.
La editora de Glamour recibió cientos de correos electrónicos de lectores felicitando a la revista, contentos de ver por fin a alguien que se parecía a ellos.
“La gente jamás ve este tipo de imágenes en las revistas”, afirmó Miller al diario británico The Guardian.
“Esto demuestra cuánto quiere la gente ver diferentes tipos de cuerpos. En cualquier foto de moda, hay mucho humo y espejos: el pelo, la luz, los retoques. Pero esta fotografía no fue manipulada, era real. Eso es a lo que reaccionó la gente”, dijo la modelo.
Aún así, muchos se preguntan, ¿es para tanto?
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