La comedia de EEUU con Honduras

Desde que los militares echaron al presidente hondureño, me he vuelto adicto a las ruedas de prensa del Departamento de Estado norteamericano. Se las recomiendo, pueden seguirlas en su web. Ya que no me engancho a ninguna serie de televisión, me lo monto con los funcionarios de la Casa Blanca: me cojo mi cubo de palomitas, unas cervezas, y a echar la tarde, con risas garantizadas.
Cada capítulo sigue el mismo esquema, como en las series clásicas: un portavoz hace unas declaraciones impecables, de condena a los golpistas y exigencia de restauración democrática, y anuncia medidas durísimas. Pero luego llega el turno de preguntas, y el portavoz suda para torear a los periodistas, que le ponen en apuros.
Los medios suelen informarnos sólo de la primera parte, el comunicado oficial: así, nos quedamos con que Estados Unidos condena el golpe, suspende la ayuda económica y respalda a Zelaya. Pero lo interesante está en la segunda parte: ahí es cuando nos enteramos de las sofisterías que usan para llamarlo golpe, pero no golpe militar –pues implicaría medidas más drásticas-; de cómo la ayuda suspendida es una parte pequeña de lo que Washington envía a Honduras; o cómo las exigencias de salida negociada implican aceptar los hechos consumados y niegan la posibilidad de volver atrás, a la situación previa al golpe.
No sé, me da que los golpistas hondureños también están enganchados a estas ruedas de prensa. Me imagino a Micheletti y sus gorilas viéndolas juntos, en el sofá, comentando las mejores jugadas y aplaudiendo. Y mientras tanto, pasa el tiempo, y la situación es cada vez más irreversible, pues los golpistas no han estado estos dos meses de brazos cruzados.
Publico.es