martes, 13 de octubre de 2009
EE.UU: Donde enfermarse es un lujo
A propósito de la votación de la reforma sanitaria hoy en el Senado de EE.UU
El costo del sistema de salud en Estados Unidos es el más alto en el mundo: más de 2 billones de dólares anuales. Aún así hay casi 48 millones de personas sin cobertura, un 15% de la población. Para ellos, una consulta de rutina al médico puede costar 100 dólares, pedir una ambulancia, 500 dólares, y dos días de internación pueden significar cerca de 10 mil dólares. No cualquiera puede darse el lujo de enfermarse o sufrir un accidente. Es esto lo que busca cambiar el presidente Barack Obama con su reforma sanitaria.
Más de la mitad de los estadounidenses están asegurados a través de su empleador. Y la pérdida del puesto de trabajo conlleva casi siempre la pérdida del seguro médico. Pero aún los que sí tienen empleo deben sortear enormes obstáculos para acceder a un tratamiento.
Johanna Ridenour, de 24 años, es un ejemplo. En una conversación con una radio de West Virginia, donde vive, reproducida por la cadena británica BBC, contó que sufre de artritis en las manos desde los 16 años. El seguro médico que tenía a través de su trabajo le cubría hasta 500 dólares en medicamentos. Pero eso sólo le alcanzaba para las pastillas que tenía que tomar durante dos semanas. Y ella necesita un tratamiento prolongado para no perder la movilidad de sus dedos.
Después de una búsqueda casi desesperada, Johanna logró entrar a un programa manejado por una farmacéutica, que le dio sus pastillas gratis. Pero eso se terminó pronto. El programa era sólo para personas que no tienen cobertura, y cuando supieron que ella tenía trabajo y por lo tanto seguro médico, dejaron de darle los remedios.
Los medicamentos son más caros en EE.UU. que en otros países porque no existe una competencia suficiente y la importación está ampliamente prohibida.
"Si no tienes cobertura puedes ir a cualquier hospital o clínica, pero nada es gratis. Hay salas de emergencias, pero no son públicas como en Argentina. El hospital no se hace cargo de todo", contó a la agencia Télam Vanesa Vivono, una rosarina de 26 años, traductora de inglés y radicada en Austin, Texas.
"Una amiga tuvo problemas ginecológicos y su seguro médico no los cubría. Entre consulta, tratamientos y medicamentos, tuvo que pagar 2.000 dólares", ejemplificó.
Natalia Schust, otra argentina de 30 años que vive en Atlanta, dijo que para llamar al servicio de urgencias, el 911, "se piensa dos veces. Sólo por venir a buscarte con la ambulancia te cobran 500 dólares. Mucha gente opta por manejar hasta el hospital".
Agencias
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