Brasil expectante

Los brasileños amanecieron hoy expectantes ante la decisión del Comité Olímpico Internacional (COI) sobre la ciudad que acogerá los juegos estivales de 2016, a la que aspira Río de Janeiro, el afamado balneario de esta nación.
Conocido internacionalmente no sólo por sus playas, sino por su monumento al Cristo Redentor, escogido entre las siete maravillas del mundo moderno, y uno de los carnavales más vistosos, Río de Janeiro ya tiene experiencia en este tipo de eventos, pues organizó con éxito los Juegos Panamericanos de 2007.
Gustavo Aparicio, un constructor que esperaba el momento de entrar a su obra, expresó a Prensa Latina su confianza en que los miembros del COI se decidan por la ciudad brasileña, toda vez que las restantes aspirantes son de naciones que ya organizaron competencias de ese tipo.
Las rivales de Río de Janeiro para efectuar los Juegos Olímpicos de 2016 son Madrid, España; Chicago, Estados Unidos; y Tokio, Japón.
Para el estudiante Felipe Veira, Brasil y América del Sur en su conjunto se merecen realizar un evento de esa naturaleza, y de ser seleccionado sería la primera vez en la historia olímpica de más de 100 años en que una nación de esta región es sede de una Olimpiada.
La votación de los miembros del COI se desarrollará poco después del mediodía de hoy, hora local, y desde bien temprano unos 100 mil cariocas se concentran en la playa de Copacabana, uno de los sitios emblemáticos de Río de Janeiro para seguir en vivo la transmisión de esa ceremonia, desde Copenhague, Dinamarca.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva, destacados deportistas brasileñas, retirados o en activo, representantes del gabinete federal y miembros de los gobiernos estaduales y municipal de Río de Janeiro se trasladaron a esa ciudad europea para respaldar su candidatura.
Fernanda Oliveira, una joven ingeniera, apuntó que ya Brasil organizó unos juegos panamericanos, se prepara para efectuar la Copa del Mundo de Fútbol de 2014 y ahora sólo resta sumar la sede de los Juegos Olímpicos de 2016.
PL