lunes, 22 de junio de 2009

Somos menos

Por Daynet Rodríguez

El decrecimiento y el envejecimiento poblacional se han convertido en los dos grandes retos demográficos para la sociedad y la economía cubanas a tal punto que las investigaciones y las cifras confirman que en los próximos años este será un país de ancianos.
Según un informe reciente divulgado hoy por el diario Granma y realizado por el Centro de Estudios de Población y Desarrollo de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), junto con el Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE), División de Población, de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en la Isla se esperan vivan 100 mil cubanos menos en el 2025.
El estudio asegura que "los cambios en la dinámica demográfica no solo se registran en el volumen de población, sino además en su composición (distribución por sexo y por edades), lo cual incide significativamente en la estructura de los servicios, la economía, en el funcionamiento y composición de la familia y en general, en toda la sociedad", reporta el diario.
De acuerdo con los especialistas, la causa más importante de este decrecimiento poblacional sigue siendo la baja fecundidad, un indicador que desde 1978 no alcanza la tasa de reemplazo (una hija por mujer).
Pero el fenómeno es multicausal y en él inciden, además, los altos niveles de instrucción y desarrollo alcanzados por la mujer cubana, la fuerte crisis económica de los años 90, así como los procesos migratorios.
En el otro extremo
En el otro extremo de la dinámica poblacional, aparece el envejecimiento. El 16, 2 por ciento de los cubanos tiene más de 60 años de edad, cifra que sitúa a la Isla entre las tres naciones más encanecidas de América Latina y el Caribe, según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa).
Las predicciones calculadas por el reciente estudio indican que para el 2025 "las personas de 60 años y más pasarán de 1,9 millones a poco más de 2,9, es decir, un incremento de un millón en casi dos décadas. El grupo de la llamada tercera edad se elevará así al 26 por ciento, cifra que situará al país como el más envejecido de América Latina".
Este proceso hoy no se da de la misma forma en todo el territorio nacional: las zonas occidental y central son las más envejecidas mientras que en el Oriente este proceso se ha ralentizado. Villa Clara es la provincia que presenta el mayor número de personas de la tercera edad, y le siguen Ciudad de la Habana y Sancti Spíritus.
La esperanza de vida, hoy fijada en los 78 años de edad como promedio, es un logro y un resultado de las políticas sanitarias y de seguridad social del país, pero inevitablemente debe conducir a nuevas estrategias sociales y económicas.
¿Cómo asumir el envejecimiento? Los estudiosos recomiendan readecuar las instituciones para atender nuevas demandas y garantizar la calidad de vida de la tercera edad, así como valorar los efectos sobre el consumo, el ahorro, la inversión, la distribución del ingreso, la flexibilidad de la mano de obra y la oferta de servicios.
También habría que garantizar en ese nuevo escenario adecuadas relaciones intergeneracionales, la equidad social y de género, la gestión sociopolítica y el reconocimiento social, aseguran los demógrafos.
En ese sentido, Cuba ha adelantado un buen trecho y cuenta con un programa nacional de atención a la población adulta mayor, a la vez que en los últimos años se han impulsado iniciativas a favor de una longevidad satisfactoria, pero mucho queda por andar si se tiene en cuenta la gran sensibilidad del tema.

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